Si usted creía que una conflagración mundial a gran escala en este siglo era una idea propia de una profecía bíblica, de la ciencia ficción o de las novelas apocalípticas, piénselo de nuevo.
Jesucristo está considerado entre los primeros en argumentar el estado de necesidad, ese principio jurídico tan actual como controversial, mientras George W. Bush debería pasar a la historia como el primero por su «estado de necedad».
Acabo de apagar el televisor. Otra película sobre extraterrestres, sobre unos individuos que aterrizaron en medio de la noche en una autopista norteamericana, y provocaron que un chofer saliera de la vía hacia una cuneta. Aún medio inconscientes él, su esposa y su hijo, los extraños visitantes se los llevaron al interior de la nave e hicieron unos cuantos experimentos con ellos.
¿Cuánta sangre, sexo y horror debe exhibir una película de aventuras para ser digna de aparecer en el espacio vespertino de los sábados, en el Canal Educativo de nuestra televisión?
Llevo en mi lado izquierdo un crespón: estoy de duelo. Y por tanto esta columna también. Hace unos días supe que Marat Simón Pérez-Rolo había muerto el pasado 30 de junio. Marat era mi amigo. Recuerdo aquella tarde, quizá de 2001, en que vino a JR para conocerme personalmente. Nos tratábamos por carta. Pero a partir de ese momento, todo fue más íntimo, sincero…
Lo que tienen que hacer es lograr que Siria logre que Hezbollah deje de hacer esta mierda, y se acabó (what they need to do is get Syria to get Hezbollah to stop doing this shit —and it’s over), le dijo George W. Bush a Tony Blair en un encuentro del G-8 en San Petersburgo. El «ellos» (they) alude a Condoleezza Rice y a Kofi Annan, dos encumbrados de raza negra a quienes Bush considera sus sirvientes, y «la mierda» es el lanzamiento de cohetes por la milicia chiíta sobre localidades del norte de Israel, o tal vez al ataque con un misil que dio en el blanco de un buque de guerra israelí que bombardeaba las costas de Líbano, o acaso a la captura y muerte de soldados de Tel Aviv que se encontraban en territorio del país vecino. Como puede apreciarse en el fragmento de video difundido por la CNN, Bush estaba sentado y masticaba un pedazo de pan con mantequilla mientras hablaba, y tenía a su lado a un primer ministro inglés parado en una pose tan servil que más bien parecía el mesero.
La tragedia pudo ocurrir en cualquier instante en el tramo de la carretera de Santa Clara a la localidad de Hatillo, como consecuencia de un hecho insólito y escalofriante. Estaba en juego la vida de muchísimas personas.
La meteorología política de Estados Unidos anda de huracanes. El tremendismo es su plato fuerte. Los televidentes norteamericanos deben haberse aguantado de los brazos de la silla cuando escucharon la semana pasada que el gobierno de Venezuela está ayudando a los terroristas de Al Qaeda, Hamas y Hezbollah a entrar en los Estados Unidos con pasaportes falsos.
Los niños son fabricantes de utopía por excelencia. ¿Usted lo duda? Si desea comprobarlo, entrégueles una caja de lápices de colores y déjelos, ¡déjelos hacer! Verá cómo en sus dibujos son capaces de proponernos panoramas inéditos donde el cielo puede ser no solo azul, sino también violeta y hasta carmelita; entornos donde a las plantas no les nacen hojas, sino caramelos y mariposas, y hasta comarcas donde los conejos tienen alas y los peces brazos.
Los insensibles suelen ser camaleónicos. «Chipojos de circunstancias», les llama un amigo. Sus trucos se adaptan al follaje social del momento.