Miles despiden al Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, en un funeral que reunió a líderes mundiales y fieles de todos los continentes. Autor: PL Publicado: 26/04/2025 | 07:38 am
Bajo un cielo nublado y con la solemnidad que merece un hombre de paz, comenzó este sábado en la Plaza de San Pedro el funeral del Papa Francisco, ceremonia que reunió a más de 180 delegaciones oficiales y unas 200 mil personas llegadas desde todos los rincones del planeta.
La misa exequial, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, inició a las 10:00 hora local y se extendió por una hora, marcada por cantos litúrgicos y emotivas despedidas. Al concluir, el féretro con los restos del Santo Padre fue trasladado hacia la Basílica de Santa María la Mayor, donde recibirá sepultura en una tumba sencilla, tal como lo pidió en su testamento, destaca la agencia Prensa Latina.
Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano de la historia, será enterrado entre la Capilla Paolina y la Capilla Sforza, con solo una inscripción en latín: Franciscus. Su legado, sin embargo, es inmenso: un pastor que caminó junto a los pobres, denunció las injusticias del sistema y abogó por la unidad de los pueblos.
Entre los asistentes al funeral destacan los soberanos de 12 naciones, incluidos los reyes de España, Bélgica y Suecia, así como jefes de Estado y Gobierno de más de 60 países, entre ellos Cuba, representada por el vicepresidente de Salvador Valdés Mesa. También estuvieron presentes líderes de organizaciones internacionales y comunidades religiosas, confirmando el impacto global de su mensaje.
La víspera, en un íntimo ritual, el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Iglesia, presidió el cierre del ataúd. Monseñor Diego Ravelli leyó el acta que acompañará al Papa en su última morada, un documento titulado «Peregrino de la esperanza, guía y compañero de camino», que resume su pontificado marcado por la humildad y la lucha por un mundo más justo.
Mientras las campanas de la basílica repican en su honor, millones alrededor del mundo recuerdan al hombre que, desde el sur del mundo, cambió para siempre el rostro de la Iglesia.
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