El Vicepresidente cubano clamó por mayores oportunidades para las naciones expuestas a los mayores índices de vulnerabilidad ante la crisis económica y el cambio climático. Autor: Tomada de la cuenta en X de la Presidencia Cuba Publicado: 28/05/2024 | 10:29 pm
SAINT JOHN, mayo 28.— Los desequilibrios del sistema financiero internacional no proporcionan la estabilidad necesaria para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y atender las necesidades de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), aseveró hoy el Vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, al intervenir en la reunión de alto nivel sobre movilización de recursos para los PEID.
Valdés Mesa subrayó que los desafíos expuestos se exacerban de manera exponencial para Cuba, debido al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos durante más de seis décadas y también debido a la inclusión arbitraria del país en la unilateral lista de supuestos Estados patrocinadores del terrorismo, agregó.
El vicemandatario cubano indicó que en el contexto actual, abordar de manera integral el déficit de financiamiento, requerirá, entre otras acciones: recapitalizar los bancos multilaterales de desarrollo y mejorar sus condiciones de préstamo, reportó Prensa Latina.
Además es necesario cumplir, de una vez, el compromiso de los países del primer mundo con la Asistencia Oficial al Desarrollo, mediante asignaciones basadas en las vulnerabilidades, no solo en los ingresos, acotó.
Añadió que es importante definir el acceso de los PEID a la financiación en condiciones favorables y a la cooperación técnica y revisar de manera exhaustiva la política de recargos del Fondo Monetario Internacional, que incluya su suspensión, reducción permanente significativa o eliminación.
En relación con ello mencionó otra acción: instrumentar un servicio específico de apoyo a la sostenibilidad de la deuda de estos países, que involucre a los acreedores multilaterales, oficiales bilaterales y privados, bajo los auspicios de Naciones Unidas.
La única solución viable radica en el replanteo del injusto y desigual orden económico internacional y de las bases actuales que definen las relaciones Norte-Sur y la vida en el planeta, realzó el Vicepresidente cubano.
Durante la jornada Valdés Mesa, también sostuvo una reunión con el canciller de St. Kitts y Nevis, Douglas Denzil, durante la cual resaltó el excelente estado de las relaciones bilaterales, basadas en la amistad y la cooperación.
Puertas cerradas para los PEID
En este segmento de la Conferencia que se celebra hasta el 30 de mayo en Antigua y Barbuda, el secretario general de la ONU, António Guterres advirtió que la financiación internacional es el combustible del desarrollo sostenible, pero los pequeños Estados insulares se están «quedando vacíos», ahogados por la deuda y el aumento del nivel del mar debido a un cambio climático que no es culpa suya, según publicó Noticias ONU.
Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo están pagando más por el servicio de su propia deuda de lo que invierten en sanidad y educación, dijo el dirigente de la ONU, lo que deja a estas naciones incapaces de realizar las inversiones que necesitan para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2030.
Estos Estados «están haciendo todo lo que pueden», continuó el Secretario General, señalando la defensa del primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, para desarrollar un Índice de Vulnerabilidad Multidimensional que «refleje verdaderamente» las necesidades de tales naciones.
Guterres dijo que con demasiada frecuencia se enfrentan a puertas cerradas de instituciones y sistemas en cuya creación no han tenido nada que ver, y presentó un plan de acción vital en tres frentes para las instituciones financieras internacionales: aliviar la carga de la deuda, transformar las prácticas de préstamo cambiando las normas sobre financiación en condiciones favorables para reducir los costes de los préstamos y mayor inclusión en las instituciones financieras internacionales, con los PEID ocupando un asiento «en todas las mesas».
La primera ministra de Samoa y presidenta de la Alianza de Pequeños Estados Insulares, Fiamē Naomi Mata’afa, advirtió que «cuanto más larga sea la crisis, mayor será el impacto en las respuestas nacionales, con implicaciones de efectos perjudiciales sostenidos» y añadió: «La pura verdad es que no hay dinero suficiente para llevarnos lo suficientemente lejos. (...) La ventana de la que tan a menudo hablamos no se está cerrando, está casi cerrada».
Hilda Heine, presidenta de las Islas Marshall, dijo que tenía que haber un cambio radical en la voluntad política, especialmente por parte de las naciones más desarrolladas del G20, para reducir las emisiones de carbono.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, dijo firmemente que utilizar el ingreso per cápita de cualquier frágil nación insular para determinar la elegibilidad para acceder a financiación para el desarrollo sostenible era «inútil» y equivalente a utilizar una lectura de presión arterial de hace años para diagnosticar una afección cardíaca actual.
Advirtió que si los economistas y el sistema financiero internacional continúan usando esta «métrica perezosa» e inapropiada, significará que no nos ven, no nos escuchan y están preparados para generar una situación en la que la migración climática será el futuro, porque no podremos sobrevivir en nuestras islas si tenemos que elegir, sentenció.