QUITO, enero 23.— Equipamiento militar de Estados Unidos y personal del Buró Federal de Investigaciones (FBI) arribaron a la nación sudamericana de Ecuador, mientras crecen las sospechas sobre las reales intenciones de esa ayuda, comentó PL.
El arribo se constató un día después de que la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, y el asesor especial del presidente Joseph Biden para Asuntos de las Américas, Christopher Dodd, entre otros funcionarios que se mantienen aquí, se reunieran con el jefe de Estado ecuatoriano, Daniel Noboa, «para demostrar el apoyo de Estados Unidos al país tras el aumento de la violencia», reseñó una nota del Departamento de Estado en su página web.
La información detalló que Washington facilitaría la entrega a la nación andina de más de 20 000 chalecos antibalas y más de un millón de dólares en «equipos críticos de seguridad y respuesta a emergencias, incluidas ambulancias y vehículos de apoyo logístico para la defensa», y anunció el incremento del personal del FBI «para apoyar a la Policía Nacional del Ecuador y a la Fiscalía General del Estado».
Pero, además, la nota señaló que el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. estaba movilizando personal para apoyar la capacitación de policías y fiscales, entre otras medidas.
Analistas advirtieron que la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador y la declaratoria de conflicto armado interno formulada por el presidente Noboa para poder enfrentar a las mafias podrían constituir una oportunidad para que Estados Unidos profundice su presencia militar, apuntó el despacho. De hecho, ello ya parece estar ocurriendo.
Organizaciones sociales rechazan también esa ayuda, que califican como injerencia y pérdida de soberanía, añadió PL. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) calificó como poco transparente la cooperación ofrecida por la Casa Blanca.
Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro opinó que «no será el Comando Sur, presidente (Daniel) Noboa, quien lleve la paz y la seguridad verdadera, con pleno respeto a la Constitución, al pueblo de Ecuador».
Antes de asumir el poder, el mandatario ecuatoriano visitó Estados Unidos y en entrevista concedida a la publicación Primicias no descartó contar con el respaldo de ese país e Israel para enfrentar la inseguridad.
El flagelo de la violencia provocada por bandas de narcotraficantes se agravó en las últimas semanas, luego de que el gobernante decretara estado de excepción para que los uniformados pudieran intervenir en los centros penitenciarios y retomar el control allí, en manos de la delincuencia organizada, que desafió al Presidente con una ola de terror en las calles.