Ciertamente Fidel siempre estará aquí, caminando entre nosotros, inspirando esperanza. Autor: Roberto Suárez Publicado: 25/11/2025 | 10:45 pm
Al fondo de la escalinata, rodeado de las gigantografías de Martí, Mella, Camilo y su hermano Raúl, nuevamente estaba su rostro infinito apuntando a las nuevas generaciones, a una ciudad que lo sabe presente aún desde la sobrevida.
Otra vez la Universidad de La Habana se erigía un 25 de noviembre para recordar al hombre que concretó todos nuestros sueños libertarios de justicia: el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Como cada año, a los pies de la escalinata, y junto a los jóvenes, se encontraba el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para homenajear al Líder Histórico de la Revolución cubana durante la tradicional velada político-cultural por el 9no. aniversario de su desaparición física.
No se trata de una jornada más en el calendario, porque, como aseguró este martes en las palabras centrales del acto la primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, Meyvis Estévez Echevarría, evocamos al símbolo que renace a diario y se hizo carne en nuestra historia.

«Recordamos a nuestro Fidel, y al hacerlo, recordamos la certeza viviente de que los pueblos, cuando se levantan, pueden cambiar el curso de las estrellas», recordó frente a la misma Alma Mater inmensa que testiguó su ascenso hasta convertirse en un auténtico revolucionario.
Copada ahora por tanta voluntad joven que sume como ruta diaria las ideas del Comandante en Jefe, Estévez Echevarría destacó que hablar del eterno Caguairán es también referirse a las raíces profundas que nos legó. «Es invocar la firmeza que se aprende en el rostro del huracán y en la tenacidad de la semilla bajo el asfalto. Es creer, como él nos enseñó, en la fibra indomable de los sueños colectivos», agregó.
Bajo su mirada larga y su mano firme, expresó, Cuba se levantó de la ignorancia, borrando el analfabetismo; venciendo adversidades, atreviéndose a soñar con la igualdad. Se convirtió en un faro para los pueblos que anhelaban un futuro distinto.

Por eso los jóvenes, en quienes él siempre confió, repletamos esta escalinata, dijo, y «mantendremos vivo el fuego de la dignidad nacional. Nos convocó a ser protagonistas, a no esperar que otros construyan el futuro por nosotros. Y ese es nuestro juramento hoy: no dejar morir, en su centenario, al líder que tampoco dejó morir al Maestro».
Junto a los miembros del Buró Político Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado; Manuel Marrero Cruz, primer ministro, Estévez Echevarría aseguró que las ideas de Fidel, esas que han hecho posible levantar este bastión de dignidad y justicia, seguirán guiándonos, porque su ejemplo no es una reliquia del pasado, es la brújula que nos guía hacia el futuro que construimos.
Ciertamente Fidel siempre estará aquí, caminando entre nosotros, inspirando esperanza. Y junto a él, destacó, la juventud a la que confió la Patria seguirá despertando debates, levantando la bandera de la libertad con el coraje de quien aprendió a decir con orgullo: somos libres.
En la velada que conmemora la siembra infinita del Líder, y a la que también asistió de manera especial el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura, se escucharon cantos, versos, palabras que recorrieron la esencia de Fidel. No hubo espacio para otras razones, porque cuando la presencia se hace eterna, las partidas físicas sobran como los llantos. La noche cerró con vida, una que siempre renace de entre los jóvenes y en miles de voces: ¡Yo soy Fidel!

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