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El mundo pospandémico reclama de los gobiernos más solidaridad

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la VIII Cumbre CARICOM-Cuba, efectuada en Barbados, el 6 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”

 

Autor:

Juventud Rebelde

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la VIII Cumbre CARICOM-Cuba, efectuada en Barbados, el 6 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

 

Excelentísimo Señor Chandrikapersad Santokhi, presidente de Suriname y presidente de la Conferencia de Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM);

Honorables Primeros Ministros y Presidentes de los países miembros de CARICOM;

Doctora Carla Natalie Barnett, secretaria general de la Comunidad;

Excelentísimo Señor Didacus Jules, director general de la Organización de Estados del Caribe Oriental;

Excelentísima Mia Amor Mottley, primera ministra de Barbados;

Distinguidos jefes de delegaciones e invitados especiales:

Nos reúne hoy la feliz celebración del  aniversario 50 de las relaciones entre los hermanos países del Caribe y Cuba.

La fecha nos invita a reflexionar sobre los logros de estos años y cuánto más podemos hacer por el bienestar de las naciones caribeñas.

Es un honor para Cuba participar en la VIII Cumbre CARICOM-Cuba y un verdadero placer reencontrarnos, por fin, de forma presencial.

Intercambiar entre hermanos, como ocurrió de manera regular y constante durante los últimos 20 años, es algo que debemos a una propuesta del líder histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, gracias a cuya iniciativa se acordó la celebración de estos encuentros en la voluntad común de consolidar especiales lazos de amistad y colaboración en el marco de la cooperación Sur-Sur.

Les traigo un abrazo del General de Ejército Raúl Castro Ruz, admirador de la dignidad de los hermanos caribeños y defensor incansable de la relación entre nuestros pueblos y gobiernos.

Este encuentro trasciende las relaciones formales y da fe de profundos vínculos de hermandad.  Evidencia, además, la continuidad del ideario y la obra de líderes históricos, quienes forjaron las bases para la consolidación de las relaciones, enmarcadas en principios de solidaridad, amistad, desinterés y gratitud.

Estos preceptos, junto a la convicción de nuestra pertenencia al Caribe, forman parte del legado, en cuanto al pensamiento y la acción, profundamente humanista e internacionalista del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Lo que él expresara en el primer encuentro CARICOM-Cuba en el año 2002 lo ratificamos hoy de manera inequívoca:  “Los hijos de Cuba están y estarán a la entera disposición de ustedes”.

Siempre será preciso y emocionante recordar que la valiente decisión de Errol Barrow, de Barbados; Forbes Burnham, de Guyana; Michael Manley, de Jamaica, y Eric Williams, de Trinidad y Tobago, en 1972, fue determinante para que el Caribe y Cuba desarrollaran sus relaciones al máximo nivel político, honrando los vínculos existentes entre nuestros pueblos a partir del pasado colonial común.  A ellos, el eterno tributo.

Queridos amigos:

El mundo pospandémico, si es que existe una pospandemia, reclama de los gobiernos más solidaridad, más entendimiento, más cooperación y más unidad.

Como tantas veces a lo largo de su dramática historia, hoy la hermana nación haitiana atraviesa una situación particularmente compleja.  En nombre de Cuba, que aboga por la estabilidad y la paz en Haití; que defiende el derecho de su pueblo a encontrar una solución pacífica, a través del diálogo, a sus grandes desafíos, ratificamos aquí la disposición a continuar brindando nuestra ayuda a ese hermano pueblo.

Desde aquí convocamos a elevar la calidad de la solidaridad internacional con Haití, sobre la base del pleno respeto a la soberanía y a la autodeterminación de ese pueblo, especialmente en la actual coyuntura, marcada por retos tan dolorosos, como el reciente rebrote de cólera que enfrenta ese país.

Instamos con urgencia a otros actores regionales e internacionales a unirse en la búsqueda de fórmulas y proyectos concretos de cooperación triangular, así como a brindar recursos y tecnologías que puedan transferirse como ayuda sustantiva a Haití.

Estimados amigos:

Las relaciones de cooperación de Cuba con las naciones hermanas del Caribe seguramente nos han permitido contribuir al desarrollo de sus países en sectores tan sensibles como la salud y la educación; pero al mismo tiempo nos han aportado una contribución invaluable.

Convivir armoniosamente con los vecinos pueblos caribeños, con sus costumbres, historias, tradiciones y cultura popular nos ha enriquecido mutuamente.  

Nuestro histórico compromiso con la salud de los pueblos del Caribe no es coyuntural y por eso se ha mantenido en los momentos más difíciles.  En esa voluntad se inscribe la disposición de donar  a la subregión 144 000 dosis de las vacunas contra la COVID-19.

Invitamos al uso clínico de nuestros medicamentos biotecnológicos para el tratamiento y la prevención de la COVID-19, experiencia que ya hemos compartido con algunos de los países aquí representados; así como de otros productos innovadores resultantes del desarrollo de la ciencia cubana.

Igualmente, reiteramos la voluntad de compartir experiencias en materia de salud para enfrentar problemáticas comunes de la región.

Deseo asegurar que el ofrecimiento de becas para estudiar Medicina y otras carreras, así como la formación de personal altamente calificado en diversos sectores seguirá siendo prioridad en la relación con los países de CARICOM.  Hoy suman 851 los becarios caribeños en nuestra Isla, y más de 6 000 los graduados desde el arribo de los primeros estudiantes.

Más de 2 000 médicos, técnicos, enfermeros, entrenadores deportivos, ingenieros y profesores cubanos laboran hoy en los países de CARICOM.  Tenemos la mayor disposición de mantener y consolidar los vínculos e intercambios que fortalezcan esta cooperación, en beneficio mutuo.

Aprovecho para reconocer la valentía de las autoridades de los países aquí reunidos, en defensa de la presencia de los profesionales y técnicos cubanos, frente a la descomunal y cínica campaña de nuestros enemigos contra la colaboración médica cubana, que intenta privar de los servicios de salud ofrecidos por Cuba a la población caribeña.

La solidaridad ha caracterizado la marcha de los nexos bilaterales.  Esa realidad ha permitido que podamos disfrutar de vínculos de larga data y alto nivel de diálogo político-diplomático.  Nos corresponde perfeccionar los intercambios para diseñar y continuar trabajando en la búsqueda de oportunidades y en la realización de proyectos conjuntos.

Debemos incrementar los esfuerzos para convertir en un referente regional el Centro de Estimulación del Desarrollo de Niños, Adolescentes y Jóvenes con Necesidades Educativas Especiales, en Guyana, y avanzar en el proyecto de la Escuela Regional de Artes del Caribe, con sede en Jamaica.

Un aspecto fundamental para el desarrollo de las naciones es la diversificación de las fuentes de energía, priorizando aquellas que son renovables.

En ese empeño, el Ministerio de Energía y Minas de Cuba se ha vinculado al Centro Caribeño de Energía Renovable y Eficiencia Energética para, juntos, buscar alternativas en nuestras naciones, a la vez que unen sus esfuerzos y experiencias para obtener un mejor provecho de los financiamientos internacionales disponibles en esta materia.

Pudiera pensarse que las diferencias de idiomas representan una barrera entre nuestros pueblos; por el contrario, consideramos que constituye un área con gran potencial para la cooperación en ambos sentidos.  Los sistemas educativos así lo requieren y contamos con los recursos humanos para ello.

Estimados jefes de delegación:

En los últimos años hemos presenciado un incremento notable del impacto provocado por los efectos del cambio climático y los desastres naturales, en particular a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, donde la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos ya es ostensible y prácticamente irreversible: sequías, huracanes, deterioro de los suelos y lechos marinos, arribazón de sargazos, incremento de las temperaturas, entre otros.

Asistimos a una etapa de crecientes intercambios entre los científicos y agencias medioambientales y de avance en la preparación de nuestras naciones para la mitigación del riesgo de desastres naturales.

Es vital continuar impulsando acciones para preservar el  sistema ecológico caribeño y comprender la severidad del impacto del cambio climático, preparándonos para el peor escenario.  Para ello, contamos en el Caribe con avanzados protocolos de enfrentamiento y con personal altamente calificado.

En la VI Cumbre CARICOM-Cuba firmamos el Acuerdo entre la Defensa Civil de Cuba y la Agencia Caribeña para el Manejo de Desastres y Emergencias, que ha posibilitado expandir e integrar los sistemas de alerta temprana en la región.  En virtud del mismo, en los últimos años decenas de especialistas de la región se han capacitado en Cuba en el manejo de la respuesta a desastres naturales con la participación de la comunidad científica y de la UNESCO.  Varios cuerpos de rescatistas del Caribe han participado en los cursos que Cuba ofrece en el Centro Regional de Entrenamiento de Salvamento y Bomberos.

Excelencias:

La recuperación de nuestros países en esta etapa pospandémica no es tarea en lo absoluto sencilla.  Las naciones, ya aquejadas por la impronta de un sistema financiero internacional injusto que beneficia a los más desarrollados, luchan por levantarse en un escenario de crisis global y multilateral que nos amenaza con especial fuerza.

Nuestras economías tienen potencial para el intercambio intrarregional.  Sabemos que resulta complejo lograr un comercio fluido y mutuamente beneficioso, pero podemos y debemos aprovechar nichos comerciales y potenciar su desarrollo.  Explotemos al máximo y con eficacia las capacidades de cada uno en función de una articulación económica regional que priorice la complementariedad, produciendo cada país lo que le resulte más competitivo e intercambiando bienes y servicios en la medida de las posibilidades financieras de las que disponemos.

En 2017 firmamos el Segundo Protocolo Adicional del Acuerdo de Comercio y Cooperación CARICOM-Cuba.  En 2021 entraron en vigor las concesiones arancelarias otorgadas por Cuba a la Comunidad del Caribe en virtud del Protocolo.  Con el respaldo legal necesario, este instrumento constituirá un paso de avance en la promoción e identificación de un comercio con beneficios arancelarios y un incentivo para los empresarios.

Otra área en la que podemos avanzar es en la de las inversiones.  Cuba cuenta con una amplia cartera de inversiones en diversas esferas de la economía.  Las estructuras gubernamentales, en constante perfeccionamiento, están listas para atender sus solicitudes.  La Zona Especial de Desarrollo Mariel ofrece incentivos al inversor extranjero y su ubicación geográfica la coloca al centro de importantes rutas marítimas internacionales.

Hermanos caribeños:

Deseo reiterar el profundo agradecimiento de Cuba a los miembros de CARICOM, a su Secretaría General, por su solidaridad y apoyo ante el impacto de la pandemia de la COVID-19 y tras los lamentables accidentes y eventos naturales ocurridos en nuestro país este año, que han provocado pérdidas de vidas humanas y cuantiosos daños materiales.  Los recursos puestos a disposición del país por los pueblos caribeños han alimentado material y espiritualmente los esfuerzos para recuperarnos.

Queremos expresar, además, la gratitud por el incondicional y sostenido respaldo de los Estados de CARICOM, en todas las tribunas que se han puesto a su disposición, al legítimo reclamo de que cese el ilegal e injusto bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba desde hace más de 60 años.  Agradecemos, igualmente, su condena a la unilateral inclusión de Cuba en la ilegítima lista de Estados patrocinadores del terrorismo.

De manera particular, valoramos profundamente la digna postura asumida por los hermanos caribeños al denunciar la exclusión de Cuba y otros países del continente de la llamada IX Cumbre de las Américas, que tuvo lugar este año en Los Ángeles,  Estados Unidos. 

Nos sentimos sumamente satisfechos por las estrechas relaciones que CARICOM y Cuba han forjado a través de los años.  Fue un empeño del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y del General de Ejército Raúl Castro mantener la unidad entre nuestros países, la cooperación solidaria, apoyarnos ante los retos que nos impone el pasado colonial, respaldar posiciones comunes en la arena internacional y, sobre todo, definir la esencia de nuestra amistad.

Estimados colegas, hermanos, amigos:

Tengo la certeza de que este encuentro demostrará que la unidad de los pueblos es esencial para el mejoramiento humano y para alcanzar un mundo más justo, equitativo y sostenible.  Estamos convencidos de que este encuentro reforzará el carácter indestructible de nuestros nexos.

Agradezco su inquebrantable solidaridad y amistad hacia Cuba.  Cuando los recibimos en Cuba o, como ahora, cuando los visitamos, los cubanos nos sentimos entre verdaderos hermanos.

Sepan que siempre los tenemos presentes, que cuando ocurre una calamidad o un hecho en uno de sus países, la sufrimos como propia.  ¡Siempre, siempre, estaremos al lado de ustedes, apoyándolos y compartiendo nuestros modestos recursos!

De conjunto hemos logrado establecer un paradigma en  las relaciones internacionales en el que priman el respeto y la solidaridad, demostrando que un mundo mejor es posible.  Ese fue el sueño de nuestros predecesores y será el empeño de sus continuadores.

Antes de concluir, permítanme una anécdota.

Cuenta el Doctor Antonio Romero, presidente de la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de La Habana, que el gran economista jamaicano y destacado estudioso del Caribe, Norman Girvan, expresó una vez en La Habana que Cuba debería tratar de resolver lo que él consideraba como una dicotomía en términos de identidad nacional: definirse como un país caribeño o como un país latinoamericano.  Después de un año de debates, los estudiosos cubanos del Caribe concluyeron que “Cuba es, por su experiencia histórica y no solo por su posición geográfica, tanto un país latinoamericano como un país caribeño”.  Girvan, quien murió en Cuba en abril de 2014, confesó entonces que esa era la clave que él no había considerado en su entrañable relación con Cuba y la Revolución, y que eso explicaba, de manera absoluta, por qué Cuba era vista por el Caribe como el puente entre ellos y el resto de Latinoamérica.

Queremos ser siempre ese puente entre dos identidades que compartimos, por el bien de nuestros pueblos y la integración que habrá de salvarnos.

Tomo las palabras del General de Ejército Raúl Castro en 2017, en la cita de Antigua y Barbuda, para ratificar que ¡el Caribe siempre podrá contar con Cuba!  ¡Así ha sido y así será!

¡Muchas gracias! (Aplausos.)

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