Los jóvenes comprometidos en la lucha continental. Autor: Roberto Suárez Publicado: 16/07/2018 | 10:36 pm
La jornada de trabajo de este lunes en el Foro de Sao Paulo, reunido en el Palacio de Convenciones de La Habana, debatió temas cardinales para la izquierda y los movimientos sociales de nuestro continente en tres encuentros de segmentos muy importantes en la lucha frente al embate imperial: el Encuentro de Juventudes, el de Mujeres y el de los Parlamentarios.
Completaron esta visión el Diálogo del Foro con las plataformas, articulaciones y redes del movimiento social y popular, además de dos talleres igual de sustanciales: el de Arte y Cultura y el de Comunicación Política y medios.
Destacados representantes de los partidos y de los movimientos sociales de la América Nuestra, como la definiera José Martí, intercambiaron en estos encuentros en busca de una necesaria unidad e integración latinoamericana y caribeña, aunque no estuvieron ajenos a otras problemáticas que transgreden la paz del mundo, como la guerra de agresión contra el pueblo sirio por parte del terrorismo internacional encabezado por el Gobierno de Estados Unidos, por citar una de las que sacuden al Medio Oriente.
Se daba continuación a la jornada inaugural del Foro en que participan más de 430 delegados, y que en horas de la tarde dominical concluyó con dos importantes invitaciones propiciadas por los anfitriones: un encuentro de los jóvenes en esta cita de La Habana con el Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, y también las delegadas intercambiaron con la Federación de Mujeres Cubanas.
La juventud de izquierda no está perdida
Por décima ocasión se reunió el Foro de Juventudes que a sala llena, analizó con ojo crítico las más acuciantes y problemáticas realidades latinoamericanas y caribeñas y alzaron la voz vibrante por el compromiso con una izquierda progresista y a favor de los pueblos.
La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de Cuba inició el debate. Diosvany Acosta, miembro de su Buró Nacional, aseveró: «La cultura es un campo de batalla, en especial para los países que buscamos una alternativa, es un terreno de resistencia frente a las manipulaciones del imperialismo y las oligarquías nacionales, que buscan implantar una hegemonía imperial de su valores en el mundo».
Es útil para ellos ver una juventud descontenta, desmovilizada, ajena a sus realidades, que se convierte en terreno fértil para hacer la contrarrevolución y la desvinculación de esa generación con las pasadas. En Cuba, la resistencia ha sido lograda bajo el principio de la unidad mantenida, sentenció Acosta.
La Juventud del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) debatió sobre los golpes blandos, con los que se ha intentado hacer un retroceso hacia la derecha en la nación bolivariana y se han configurado como una de las cartas de mayor uso por las agencias de inteligencia de los imperios, en especial la CIA, para derribar los Gobiernos inconvenientes a sus intereses, estrategia reiterada y perfeccionada en el caso de Venezuela y recientemente en Nicaragua.
En tanto, una temática complementaria abordó la representante de la brasileña Unión de la Juventud Socialista, al hablar de la persecución política, que sufrió Dilma Rousseff, y que ahora ha llevado tras las rejas al fundador, junto a Fidel, de este Foro, Luiz Inácio Lula da Silva.
También se escucharon las voces de la Oclae (Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes), sobre los retos de la educación y las organizaciones estudiantiles; de la Juventud Farabundo Martí de El Salvador y de la Juventud Comunista de Colombia (Juco), que dialogó sobre el despojo y la Doctrina Monroe, la legitimación de las intervenciones militares y el peligro de ver la realidad fragmentada y no analizarla como un todo.
Buscar el hermanamiento parlamentario
Con el tema «Articulación de la unidad entre las fuerzas parlamentarias de izquierda, presencia y accionar concertados en espacios interparlamentarios, necesidad de la participación del Caribe», sesionaron en la sala 3 del Palacio de Convenciones de La Habana, representantes de ese segmento legislador.
Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, expuso la composición diversa del Parlamento cubano y explicó el proceso de reforma constitucional con el aporte del pueblo en consulta popular, el debate en la Asamblea y en un segundo momento en referendo popular.
En cuanto a las relaciones parlamentarias con otros naciones del continente dijo: «Es mucho más lo que nos une que lo que pueda separarnos. Tenemos que ser capaces de unirnos (...) Si nos unimos estaremos en mejores condiciones de avanzar y vencer».
El diputado uruguayo Pablo González, de Parlatino, sentenció: «No somos espectadores de este tiempo» (…) «en América Latina hay 50 millones de personas que se acuestan sin comer un plato de comida... estamos para jugarnos por ellos», y apuntó ante el tema puntual de las agresiones contra pueblos y Gobiernos progresistas: «Estamos convencidos de que en la soledad no vamos a poder avanzar», aseguró.
La diputada Nidia Díaz, del Frente Farabundo Martí, de El Salvador, sintetizó las condiciones de los parlamentarios izquierdistas de su nación, así como sus luchas por evitar las privatizaciones y contra la judicialización de la política, un tema recurrente en el actual escenario político regional, del que dijo: «No estamos suficientemente preparados para enfrentarlo», pero debemos actuar de manera que «si tocan a uno nos tienen que tocar a todos».
Con ejemplos de luchas de los propios parlamentarios de la región en que ha sido necesario el apoyo de otros legisladores, como los ataques a Piedad Córdoba, la diputada argumentó su tesis de la necesidad de integración, que resumió en una síntesis axiomática: «Tenemos que aprender a luchar y unirnos».
El senador Carlos James, vicepresidente del Partido Laborista de la Unidad, de San Vicente y las Granadinas, apuntó: «Hoy se cumplen 123 años desde que luchamos contra ese imperialismo, cuyo expansionismo fue previsto por José Martí como una dificultad para nuestra región». James calificó este Foro como una plataforma esencial en este deber para la región de detener ese expansionismo. «No nos queda más opción que luchar mancomunadamente contra el imperialismo».
Numerosos representantes pidieron la palabra para exponer las realidades características de su labor en cada una de sus naciones, las nuevas formas de intervención como las que afectan a las fuerzas progresistas nicaragüenses y las presiones en la nación venezolana, expuesta en palabras del diputado Julio Chávez.
De este modo, más de 25 parlamentarios trataron temas que fueron desde los contextos nacionales a puntos comunes como el tema medioambiental, la manipulación de partidos de derecha, los sobornos, y las alianzas partidistas amañadas, los golpes parlamentarios y otros asuntos que afectan la intención de una integración de las izquierdas.
Además, se firmó una carta de solidaridad con el pueblo y Gobierno nicaragüenses.
Mujeres en pie de lucha
La izquierda latinoamericana no puede darse el lujo de tener «como cuestiones secundarias los derechos de las féminas». Así dijo la diputada del Frente Farabundo Martí Lorena Peña Mendoza, ante sus congéneres en el 24to. Encuentro del Foro de Sao Paulo, que abordó la lucha por la emancipación frente a políticas patriarcales que incluyen desigualdad salarial, entre otras actuaciones entronizadas incluso en las izquierdas.
La excomandante guerrillera elogió los pasos de Cuba y Venezuela, países en la avanzada en la resolución de la problemática de la falta de derechos de la mujer, «pero me temo que en los demás partidos falta mucho por hacer», precisó.
Por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) habló su segunda secretaria, Arelys Santana Bello, quien destacó la transformación lograda tras el triunfo de la Revolución y destacó que en la legislación de la Isla aparecen los fundamentos de la equidad en materia de género, como en el Código de Familia, y también en el Plan de Acción Nacional de Seguimiento a la Conferencia de Beijing, lo que ha facilitado el acceso de la mujer a la educación, el alto nivel técnico-profesional y una participación destacada en todos los aspectos de la sociedad.
Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, del Consejo de Estado y secretaria general de la FMC; Olga Lidia Tapia Iglesias, del secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y la abogada y política colombiana Piedad Córdoba estuvieron entre las presentes en este encuentro.
Claves de la poderosa fuerza política del FSP
Ni armas, ni dinero, ni sofisticados medios de propaganda: la claves de la poderosa fuerza política del Foro de Sao Paulo (FSP) residen en el natural vínculo del agrupamiento de partidos políticos de izquierda y progresistas con extensas redes del movimiento social y popular, que defienden la misma aspiración al desarrollo independiente y soberano de los pueblos del Caribe y América Latina, libres de la tutela imperialista y neoliberal.
El debate abierto y plural de ideas, experiencias y propuestas, que permita llegar a programas unitarios de acción, iluminó las sesiones en las que participaron más de 200 representantes de organizaciones y movimientos de la región entroncados en diversas articulaciones y plataformas.
Con mucha razón, la cubana Lourdes Cervantes, representante de la legendaria Organización de Solidaridad de los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL), resaltó como un imperativo de este encuentro del FSP «la urgencia de la unidad para detener la ofensiva contrarrevolucionaria actual», al tiempo que abogó por «un diálogo respetuoso de la pluralidad política e ideológica».
Una de las primeras acciones que debe surgir de este encuentro en La Habana —proclamó— es la convocatoria a un Día de movilización continental por la libertad de Lula, el líder del Partido de los Trabajadores de Brasil (PT) y fundador del FSP, encarcelado sin pruebas para impedir su reelección.
El debate se vio privilegiado por la asistencia de la Secretaria Ejecutiva del FSP, la brasileña Mónica Valente, quien lo definió como una «articulación de 110 partidos políticos de izquierda y progresistas, del Caribe y Latinoamérica —no una internacional, aclaró— todos opuestos al neoliberalismo, el imperialismo y el Consenso de Washington, en el que se decide por consenso».
Entre las articulaciones y movimientos que explicaron su estructura, integrantes y planes, así como su disposición a sumarse al programa de acción que se apruebe aquí se destacó ALBA Movimiento; la extensa Asamblea de los Pueblos, que tiene una proyección tercermundista y solidaria más amplia que el FSP, así como la Asamblea de los pueblos del Caribe, que incluye las naciones anglófonas de la región.
Rafael Freire, del agrupamiento de organizaciones sociales denominado La Jornada expuso planes para un nuevo encuentro continental a principios de 2019 y puntualizó una serie de acciones movilizadoras, dirigidas a impedir el avance de la ofensiva neoliberal en Argentina, Brasil y otros países.
Otro participante inesperado en el cónclave fue Adán Chávez, del Partido Socialista Unido de Venezuela, quien explicó la compleja situación prevaleciente en su país y los intentos desestabilizadores, que pretendieron deslegitimar el Gobierno electo de Nicolás Maduro.
«No han podido, ni podrán», dijo Adán Chávez al exaltar que «la unidad para la integración es vital. La unidad se construye, no se decreta, enfatizó. Debemos aceptar que el imperio ha acumulado algunas victorias circunstanciales, pero vamos a resistir y vencer, en paz. Vamos a seguir consolidando la paz», subrayó.
Adán Chávez expresó solidaridad compartida por todos con Lula, y era patente que a medida que los delegados a los debates de esta comisión de articulaciones y movimientos sociales abordaban las urgencias de un programa de acción, crecía la confianza en que la fuerza movilizadora del Foro de Sao Paulo puede libertar a Lula, símbolo de la unidad latinoamericana y caribeña.
Dos talleres y un mismo propósito de resistencia
Conciencia, organización, participación, construcción de espacios y articulación son elementos indispensables en la lucha para que no prevalezca el colonialismo 2.0 en América Latina, como calificara la periodista e investigadora Rosa Miriam Elizalde, vicepresidenta primera de la UPEC, la ofensiva y el dominio extendido y casi sin límites de Estados Unidos y su tecnopolítica, a través de empresas de los medios que traspasan soberanías y fronteras.
Más de 53 000 interacciones con la página en Facebook del Foro de Sao Paulo se habían producido a media mañana de este lunes, mientras sesionaba en la Sala 7 del Palacio de Convenciones de La Habana, Cuba, el Taller Comunicación política y medios, que debatía sobre las posibilidades de la lucha hoy, para la izquierda latinoamericana y caribeña, en el terreno comunicacional.
Desde la ofensiva de los símbolos y otras claves para la comunicación política, hasta entender que no todo se resuelve en las redes sociales y con las tecnologías, pasando por la necesidad de generalizar y expandir las mejores prácticas en la interconexión para devolver los medios y la comunicación a la ciudadanía, entronizaron el diálogo, el debate y la concertación para una guerra que se nos hace todos los días.
El argentino Jorge Drkos, coordinador de la secretaría de Comunicación del FSP, y la cubana Bertha Mojena, actual jefa de la Redacción Internacional del periódico Granma, condujeron este encuentro, donde destacados profesionales de los medios mostraron los intríngulis del fenómeno que trasciende en el conocimiento, el entendimiento y la utilización inteligente de las redes sociales y la necesidad de una articulación con ellas de la comunicación política.
Así se expresaron el propio Drkos y Raúl Garcés, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, en un enjundioso análisis del fenómeno de los medios y de los símbolos. También lo hicieron Gisela López, ministra de Comunicación de Bolivia, quien denunció a su vez la arremetida mediática contra el presidente Evo Morales; y Raúl Llarul, del FMLN, de El Salvador, quien expuso el objetivo de la derecha en su país de mantener poder y hegemonía, y para ello hace una manipulación constante de la opinión pública, mediante la mentira y los medios de comunicación.
Todos destacaron el deber de encontrarnos, compartir experiencias y también errores y aciertos en ese campo donde prevalecen las nuevas tecnologías y es necesario una socialización de la comunicación frente a los grandes centros de poder, lo que no fue óbice para que el comunicador político brasileño-ecuatoriano, Amauri Chamorro, aseverara: «Creo más en las calles que en las redes sociales, para potenciar la fuerza de las luchas populares».
Aun cuando es difícil enfrentar esos poderes transnacionales y a pesar de nuestras vulnerabilidades, no es imposible la lucha y se puede dar la batalla con una socialización de las buenas prácticas, un bloque de movimientos y Gobiernos de izquierda, la creación de una escuela de comunicación política izquierda continental y de nuestras propias herramientas creadoras.
Se habla de este escenario continental bien complicado y, aparentemente adverso, de la comunicación, pero no hay pesimismo.
Más de un centenar de respetados intelectuales, empeñados en preservar la identidad cultural de América Latina y el Caribe, expusieron ideas y propuestas para enfrentar el empuje avasallador de la globalización neoliberal imperialista, que —dijeron— impone símbolos, lenguajes y gustos en la formación de una sociedad enajenada, que propicie el despojo y la sumisión de pueblos.
Se destacó la necesidad de un análisis sabio y demoledor de mentiras, capaz de voltear las expectativas y hacer dueños de sus destinos y artífices de su emancipación a millones de latinos y caribeños sin futuro.
¿A dónde apunta el actual Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump? En un novedoso enfoque, Ignacio Ramonet, afirmó que las políticas económicas proteccionistas —tanto contra enemigos rusos y chinos, como aliados europeos o el socio mexicano en el Tratado de Libre Comercio— provocan la repatriación de capitales invertidos en Latinoamérica y el Caribe, en pos de los beneficios de la reducción de impuestos
La ofensiva Trump va contra progresistas y «amigos», lo que abre nuevas posibilidades para acciones unitarias más amplias en torno a programas emancipadores. Un aporte teórico valioso, sin dudas.
El cubano Santiago R. Feliú plantea una propuesta simple y clara. «Hagamos el relanzamiento de la ética del Che Guevara, el modelo de honradez revolucionaria, expresada en su frase «se puede meter la pata, pero no la mano», recordó. La ética del que predica con el ejemplo. Hay que darles a conocer el Che Guevara a los jóvenes desde los móviles, la música, las imágenes. Los 117 intelectuales presentes en esta reunión deberíamos reflexionar qué podemos hacer con este fin.
No es el único ponente enfocado en la nueva generación y el desafío para romper el mito del desinterés en la política y la preferencia por los adictivos juegos digitales. Otro también niega el carácter absoluto del diagnóstico y argumenta que «los jóvenes son el presente, no el futuro». Hay que estudiar la creatividad de los jóvenes en las redes sociales y proponerse sumarlos a la batalla cultural.
El peruano Gustavo Espinoza recuerda que en el 2019 se cumplen 60 años del triunfo de la Revolución Cubana y demanda dedicarle todo el año a Cuba y a Fidel Castro.
La argentina Stella Calloni opina que en América Latina y el Caribe «está en curso un proyecto geoestratégico de recolonización» contra el que se requiere emplear nuevas armas culturales al servicio de la unidad y la resistencia.
«Nos han querido tumbar —dice en referencia a la ofensiva contra los Gobiernos progresistas de la región como Venezuela y Nicaragua, como antes en Argentina y Brasil— no solo por nuestros errores, sino también por nuestros aciertos, que es lo que disgusta» (…) «No olvidemos que nos tienen miedo, porque no tenemos miedo».
Hay mucho más que contar de las palabras de los intelectuales latinoamericanos en el Foro de Sao Paulo. Todo lo sintetizarán en un programa de acción que resume las propuestas. Ese es el plan. Están avisados, a partir de ahora, muchas cosas podrán cambiar.
En el Foro prevalece el diálogo respetuoso de la pluralidad política e ideológica.