La Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá señaló que Donald Trump pretende enmascarar sus objetivos desestabilizadores Autor: PL Publicado: 11/02/2018 | 11:03 am
CIUDAD PANAMÁ, febrero 11.- La Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá (Amcrp) condenó enérgicamente este domingo el plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para intentar subvertir el orden en Cuba a través de Internet.
En un mensaje, la Amcrp señaló que de esta manera pretenden enmascarar sus objetivos desestabilizadores y buscan así el objetivo de revertir el sistema político y social, soberano y democráticamente decidido por los cubanos.
La organización recordó que además en días pasados, en el Senado estadounidense, los legisladores Marco Rubio y Robert Menéndez, de amplio expediente anticubano, dejaron claras sus intenciones de generar más confusión y tensión sobre los insólitos ataques acústicos a diplomáticos estadounidenses, indica PL.
Con ello expusieron que el objetivo de la audiencia sobre el asunto, no era establecer la verdad, sino imponer por la fuerza y sin evidencia alguna una acusación que no han podido demostrar, expresó la fuente.
Ante tales acciones, nuestra organización reafirma su más decidido apoyo al Gobierno y a nuestro pueblo, en la justa lucha por defender nuestra soberanía e independencia, concluyó el mensaje.
El Departamento de Estado anunció en enero pasado la creación del Grupo de Tareas de Internet en Cuba, compuesto por representantes de Washington y entes no gubernamentales.
La constitución pública del denominado grupo ocurrió el pasado miércoles, y entre otros, lo integran la Oficina de Transmisiones a Cuba, la Comisión Federal de Comunicaciones, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y Freedom House.
Todas son entidades involucradas durante décadas en agresiones radiales, televisivas y de otro tipo, con el fin de derrocar a la Revolución Cubana, en una larga saga iniciada en 1960 con utilización de tecnologías para intentar su objetivo a través de guerra psicológica, mensajes agresivos y convocatorias a la sedición.
En una reacción al anuncio del gobierno estadounidense, la Cancillería de la isla reiteró la determinación de Cuba a no tolerar ningún tipo de actividad subversiva ni de intromisión en sus asuntos internos y, como país soberano, a continuar defendiéndose y denunciando la naturaleza injerencista de este tipo de acciones.