La embajadora de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas, Nikki Haley, mostró la expresión más cínica y despectiva que le permitió su pálido rostro, reflejo del despecho de quien se sabe derrotado, al admitir en un gesto de impotente arrogancia su aislamiento, ante el previsible respaldo universal a Cuba contra del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la pequeña isla rebelde del Caribe que se atrevió a librarse del dominio imperial y ser libre.
A sabiendas del repudio internacional a su torcida retórica supremacista, retrógrada y agresiva, que pretende imponerse por la amenaza y el empleo de la fuerza, Nikki Haley se vio obligada a reconocerlo con todas sus letras: estamos solos.
En su apego a la política instalada por el presidente Donald Trump de desprecio al multilateralismo como expresión de los principios que rigen las relaciones internacionales, la embajadora estadounidense se atrevió a calificar de «teatro político» el debate y la votación que realiza la Asamblea General de la ONU, los que describió como una «pérdida de tiempo» en «reclamaciones ridículas».
Todos los discursos en nombre de los organismos internacionales más representativos de la Comunidad Internacional como el Movimiento No Alineado o el Grupo de los 77 más China, o de países con un liderazgo continental como Bolivia y Venezuela, o el de la India, que acentuó el inadmisible carácter discriminatorio y extraterritorial del sistema de sanciones agrupados en el Bloqueo a Cuba, anticiparon el unánime rechazo a Washington y el apoyo a la pequeña Cuba, solidaria e internacionalista.
Ningún país modificó su voto del 2016. La votación final resultó lapidaria: 191 votos a favor de Cuba. Estados Unidos e Israel retrocedieron, abandonaron la honrosa abstención del año anterior.
En una clara referencia de las razones de la victoria de Cuba, tal vez ninguna otra explicación resultó más atinada que la del representante de Bolivia, quien recordó a Nelson Mandela cuando dijo que durante todos los años que estuvo en prisión Cuba fue su inspiración.
¿Qué otro país puede mostrar una hoja de servicios a los pueblos de África como la de Cuba? Cuba ha sido y es un ejemplo de entrega a los demás, subrayó el delegado boliviano citando a Mandela, un reconocimiento reiterado por varias naciones que destacaron la actuación de médicos cubanos contra el ébola y su asistencia a numerosos pueblos cada vez que fue necesario.
El aplastante voto registrado este día inaugural de noviembre de 2017 en la Asamblea General de la ONU sirvió de rotundo tapaboca a las insultantes e irrespetuosas palabras de la vocera del imperio. Cuba obtuvo una nueva y aleccionadora victoria moral.