Las amistades de la estadounidense Sarah Chrisman pensaron que todo era un sencillo hobby cuando ella les confesó que quería «volver atrás», y la vieron buscar recetas de la época victoriana.
Luego empezó a usar corsé y más tarde, definitivamente, a cambiar su vestuario por trajes como los que se usaban en los años de 1800. Por último se hizo de una bicicleta de cien años de antigüedad…
Creyeron que ya la habían perdido en las tinieblas del tiempo, pero se tranquilizaron cuando constataron que no se había despojado de su celular. ¡Vamos —seguro pensó ella—, que con lo hecho le bastaba para saber cómo se vivía en otras épocas!