MOSCÚ, enero 9.— El Kremlin denunció el «amateurismo» de las imputaciones de pirateo informático lanzadas por Estados Unidos, cuyos servicios de inteligencia acusan a Moscú de ataques informáticos destinados a influir en la campaña electoral estadounidense.
«Son acusaciones absolutamente infundadas, de un nivel amateur», declaró este lunes el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, según reportó la agencia AFP.
«Estas acusaciones empiezan a cansarnos», agregó Peskov, hablando de «una verdadera caza de brujas», expresión ya utilizada por el polémico presidente electo, Donald Trump, quien ha denunciado una «caza de brujas política» destinada a debilitarle.
Tras varias alusiones de todo calibre contra Rusia por parte del aún presidente Barack Obama, finalmente los servicios de inteligencia estadounidenses publicaron el viernes un informe en el que consideran que el propio líder ruso Vladimir Putin encargó una campaña rusa de pirateo informático para dañar las elecciones de Estados Unidos y aumentar las posibilidades de victoria de Trump en detrimento de su rival, Hillary Clinton.
«Seguimos negando categóricamente cualquier participación de Moscú» en ataques informáticos contra Estados Unidos, declaró Peskov, quien afirmó que este informe no aportaba «ninguna sustancia» y que «no sabemos todavía qué datos utilizan los que lanzan estas acusaciones infundadas».
Correos electrónicos pirateados, del Partido Demócrata y de un allegado de Hillary Clinton, fueron difundidos en internet, principalmente por Wikileaks, antes de la elección, caldeando más un clima muy enrarecido.
DPA informó, por su parte, que Julian Assange, fundador de esa plataforma de revelaciones, afirmó que el informe de los servicios secretos de Estados Unidos sobre el tema está motivado políticamente.
«No se corresponde a la estructura y exigencias de los informes de inteligencia», dijo Assange en una conferencia retransmitida por internet desde la embajada ecuatoriana en Londres, donde está refugiado desde 2012. El informe «es un ejemplo de cómo los servicios secretos estadounidenses han sido politizados por la administración de Barack Obama», sostuvo.
Según dijo, está especialmente motivada políticamente la conclusión, sin pruebas, de que el material hackeado fue publicado para ayudar a Trump a ganar. «El informe de los servicios secretos es un cañón político que apunta a Donald Trump», asegura Assange, quien sostiene que «la fuerza probatoria es prácticamente nula».
Assange dijo que Wikileaks protege sus fuentes, pero aseguró que la información publicada no fue filtrada por un Estado. «Si nuestra fuente fuera un Estado no nos preocuparíamos tanto para protegerlo», consideró.