Martin Luther King da nombre a un centro empecinado en trabajar por la comunidad en sus sueños de paz y justicia. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:29 pm
Martin Luther King fue asesinado un 4 de abril de 1968, acababa de dictar uno de sus más celebrados discursos en Memphis, y había afirmado «Sólo quiero realizar la voluntad de Dios. Y Él me ha permitido llegar a la cima de la montaña. Y he mirado desde allí». Su viaje, como una premonición, se había retrasado por una amenaza de bomba en el avión y cuando llegó a la ciudad, ante miles de ciudadanos, mientras saludaba a la multitud desde el balcón del motel Lorraine, recibió un disparo en la cabeza.
Hoy muchos medios reflejan lo que ocurrió después, cuando se sucedieron olas de manifestaciones y se decretó el primer día de luto nacional en Estados Unidos dedicado a una personalidad negra, o replican teorías de conspiración que intentan probar que no fue James Earl Ray el verdadero culpable, sino el Gobierno norteamericano como principal gestor. JR, en cambio, ha preferido traerte su imagen viva, su espíritu aún palpitante, la vigencia de su voz y su convicción, en imágenes y frases de este genio de la lucha y la sensibilidad, en todas sus aristas.
Ciertamente, logró mirar desde la cima.
Esta es una de las imágenes más difundidas del reverendo Martin Luther King, con su verbo chispeante.
«Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda».
Martin Luther King llevó su convicción cristiana y su activismo social y humano, como una sola causa.
«La oscuridad no puede sacarnos de la oscuridad. Solo la luz puede hacerlo. El odio no puede sacarnos del odio. Solo el amor puede hacerlo».
Sufrió prisión por una manifestación no violenta en la cárcel de Birminghan, desde donde escribió una carta abierta a las autoridades que es hoy muy conocida.
«La injusticia en cualquier parte es una amenaza para la justicia en todas partes»
Supo ser hombre de familia y activista al mismo tiempo. Su esposa, Coretta Scott King, le apoyó en su lucha por los derechos de los negros en Estados Unidos y continuó las averiguaciones por su muerte mucho tiempo después.
«Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano».
Fue pastor bautista, al igual que su padre, y cantó en el coro de su iglesia en Atlanta antes de ser reverendo.
«Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos».
Fue condecorado con el premio Nobel de la Paz, y en su momento, fue la persona más joven en recibirlo.
«Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol».
Desde el balcón en que sería asesinado un 4 de abril de 1968. Fotos tomadas de Pinterest
El culpable, James Earl Ray. Fotos de dominio público tomadas de Pinterest
El memorial a su nombre, situado en Washington DC, hace honor a una de sus frases más célebres, pronunciada en el discurso Tengo un sueño.
«Con fe seremos capaces de esculpir de una montaña de desesperación, una roca de esperanza».