MUNICH, febrero 13.— El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, negó este sábado que su país ataque a civiles en Siria y sostuvo que «estamos en una nueva Guerra Fría. Las relaciones entre la Unión Europea y Rusia están deterioradas».
Medvedev rechazó las acusaciones formuladas por su homólogo francés, Manuel Valls, sobre bombardeos rusos a civiles durante la campaña aérea rusa en Siria, reportó ANSA.
«Simplemente es mentira. No hay pruebas de que estemos bombardeando civiles, aunque todos nos acusen de hacerlo», replicó el Primer Ministro ruso en la Conferencia de Seguridad de Munich, minutos después de que Valls hiciera la acusación desde el mismo estrado.
«La inmensa mayoría de los bombardeos rusos van dirigidos contra grupos de la oposición legítimos. Esta situación debe cambiar», dijo por su parte el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en la misma cita. «Todos sabemos que para regresar al camino de la paz, los bombardeos rusos contra civiles deben terminar», coincidió Valls con el norteamericano.
Sin embargo, el dirigente ruso aseguró que el interés de su país en la guerra de Siria sirve únicamente a propósitos de defensa nacional: «no estamos intentando alcanzar un objetivo secreto. Simplemente estamos intentando proteger nuestros intereses nacionales», deslizó.
«Por desgracia, los terroristas logran extender su influencia debido a que Rusia y Occidente no pueden unirse», agregó Medvedev, quien anticipó que «sin una normalización de la situación en Siria y otras zonas de tensión, el terrorismo se convertirá en un nuevo tipo de guerra».
El Primer Ministro consideró que «el Estado Islámico debe estar agradecido a los líderes de varios países occidentales que cortaron la cooperación en materia de Inteligencia».
Medvedev advirtió a Occidente contra «la doctrina de contención de Rusia» y llamó a esos países para que unan sus fuerzas con Moscú para resolver los problemas.
«La doctrina de contención de Rusia es aplicada hoy por Occidente de manera muy activa. La amenaza de este enfoque radica en que en 10 o en 20 años nos veremos obligados a abarcar los mismos temas, si es que todavía hay alguien para discutirlos», subrayó.