WASHINGTON, abril 6.— Las acusaciones de corrupción contra el senador demócrata estadounidense Robert Menéndez, constituyen hoy un motivo de preocupación para el liderazgo de ambos partidos en el Congreso, debido al impacto político de este escándalo sin precedentes en muchos años.
El caso de este legislador por Nueva Jersey, calificado de «catástrofe» por el diario The New York Times este domingo, significa un golpe político para el partido azul, debido a las implicaciones que tiene por los vínculos y compromisos del imputado con una buena parte de sus colegas en la Cámara alta.
También para los republicanos la eventual salida de Menéndez del Capitolio será un problema debido a que contaban con él en varios asuntos claves de política exterior en los que generalmente coincidía con los sectores más conservadores.
El senador demócrata estadounidense Ben Cardin, de 71 años y con más de dos décadas de experiencia en el Congreso, se perfila como favorito para relevar a Menéndez en el puesto de mayor rango de su partido en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Un artículo del diario The Hill señaló ayer que el ascenso de Cardin a esa posición de liderazgo constituye una ventaja para los intereses del presidente Barack Obama, porque Menéndez utilizó ese puesto para ejercer «sus posiciones críticas contra la política exterior del mandatario en particular hacia Irán y Cuba».
Menéndez anunció el miércoles pasado que no renunciará a su asiento senatorial pero dejará temporalmente su cargo como máxima figura demócrata en dicho panel de la Cámara alta, después que el Departamento de Justicia le imputara 14 cargos criminales, que son negados por el legislador por Nueva Jersey.
La fiscalía federal alega que Menéndez hizo favores políticos a su amigo y donante de fondos Salomón Melgen, un acaudalado oftalmólogo de Florida, quien financió al legislador su estancia en un hotel «cinco estrellas» de París, Francia, visitas a República Dominicana y le otorgó más de 750 mil dólares en contribuciones de campaña.
De acuerdo con el texto incriminatorio, el senador demócrata supuestamente auxilió a Melgen a contrarrestar acusaciones relacionadas con fraudes en el sistema de salud Medicare, y a recibir preferencias en contratos para la instalación de sistemas de detección de drogas y contrabandos en puertos dominicanos.
También lo ayudó a obtener visas para novias del empresario: una ucraniana, otra brasileña y una dominicana.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) además inquirió durante el proceso, que comenzó hace más de tres años, sobre supuestas gestiones de Menéndez a favor de los hermanos Roberto y William Isaias, banqueros ecuatorianos que enfrentan pedidos de extradición del gobierno del país suramericano, donde cometieron serios delitos contra el fisco.
La carrera política de Menéndez llegaría a su fin si se demuestra su culpabilidad, además de que pudiera enfrentar una posible condena de 15 años de prisión por cada uno de los cargos de soborno.