MOSCÚ, octubre 23.— Rusia considera intolerable e inadmisible la prolongación del embargo económico impuesto contra Cuba, declaró este jueves el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país, Alexandr Lukashevich.
«Las sanciones no es la mejor manera de resolver los problemas», dijo el portavoz de la Cancillería rusa al comentar el examen de un proyecto de Resolución sobre el cese del bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. a Cuba, previsto para el próximo 28 de octubre en las Naciones Unidas.
La agencia TASS señala que el diplomático consideró que las personas que dan preferencia a las restricciones económicas no buscan soluciones negociadas; por el contrario, persiguen finalidades diferentes. «Diría, incluso, que muchos Estados que implantan semejantes restricciones no solo se olvidan de los principios que consagran la Carta de las Naciones Unidas y el Acta Final de Helsinki», remarcó.
«Ustedes sabrán nuestra posición, definida por el presidente Vladimir Putin. Consideramos que la prolongación del embargo económico contra la amistosa Cuba es inaguantable, es completamente inadmisible desde el punto de vista de la práctica internacional de las relaciones entre los Estados», dijo el portavoz del departamento de Política exterior ruso.
Lukashevich hizo hincapié en que la mayoría de los países miembros de la ONU comparte esta posición.
«El presidente Vladimir Putin y el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, reiteraron hace poco nuestra postura ante las sanciones unilaterales impuestas por EE.UU., la UE y otros países a Rusia; las consideramos un instrumento ilegítimo. Las sanciones no solo implican daños económicos, sino perjuicios políticos considerables, infligidos tras largos años de cooperación con ciertos Estados», añadió el vocero.
TASS recuerda en su despacho que Cuba es sometida al bloqueo económico de EE.UU. desde hace más de 50 años. Las primeras sanciones se implantaron en 1960 en respuesta a la nacionalización de propiedad de ciudadanos y compañías norteamericanos en la Isla. El 3 de febrero de 1962, EE.UU. implantó el embargo total en el comercio con Cuba y en el transcurso de tres decenios la operatividad de la economía se garantizó gracias a la cooperación con los países del campo socialista, en primer lugar, con la URSS.
Después de que se produjera la desintegración de la Unión Soviética, en Cuba se desató una crisis económica sin precedentes, que agudizó bruscamente la escasez de alimentos y artículos de primera necesidad, rememoró la agencia.