Un grupo de jóvenes chinas probaron de todo para no quedarse dormidas mientras estudiaban: la cafeína, hacer reflexiones, subir la potencia del aire acondicionado… Pero siempre les ganaba el sueño, hasta que se les ocurrió una idea bien insólita, pero que les da resultados: se atan el pelo con broches a una superficie alta, como una lámpara o un ventilador de techo. Así, cuando se están quedando dormidas y el pelo es halado, inmediatamente se despiertan. Este método, tras ser enseñado por las fotos que ellas mismas subieron a Internet, fue imitado por otros estudiantes que también han publicado sus propias instantáneas.