BRASILIA, abril 2.— Con miras a lograr que se conozcan las violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen militar impuesto en Brasil fueron puestos la víspera en el ciberespacio un millón de documentos secretos de la dictadura en este país (1964-1985), reporta Prensa Latina.
El material puesto a disposición del público contiene informes de personalidades políticas, deportistas y hasta cantantes y constituyen una parte de los archivos del Departamento Estadual de Orden Político y Social de Sao Paulo (Deops), según informó el titular de la Comisión de la Verdad de Sao Paulo, Adriano Diogo.
Puntualizó que con esta acción se cumple con un pedido realizado por la presidenta del país, Dilma Rousseff, quien la semana pasada se reunió con representantes de la Comisión Nacional de la Verdad, encargada de investigar y sacar a la luz pública los crímenes y vejaciones cometidos por gobiernos castrenses.
Diogo resaltó el interés de Rousseff de que el público sepa la verdad y lo ocurrido entre 1964 y 1985.
La labor de ordenamiento y digitalización de los papeles se extendió por tres años y se estima que constituyen apenas el 10 por ciento del total de escritos secretos de la dictadura en Sao Paulo.
En esta primera etapa serán dados a conocer informes sobre averiguaciones e investigaciones efectuadas, así como más de 12 000 fichas con la historia de vida de ciudadanos calificados de peligrosos o posibles transgresores de la ley y la seguridad nacional.
Entre los investigados aparece el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, en esa época líder sindicalista y promotor de huelgas durante la dictadura.
También figuran fichas del cantante Chico Buarque y del afamado futbolista Edson Arantes do Nascimiento (Pelé), cuyas actividades eran vigiladas por los militares.
Aunque no aparecen los nombres de los torturadores y verdugos, sí figuran las actividades realizadas, los nombres de detenidos desaparecidos, las misiones cumplidas y acciones emprendidas para mantener el régimen de terror.
El anunció de la publicación de estos papeles secretos fue seguido de una protesta en Río de Janeiro de estudiantes y parientes de víctimas de la dictadura, en reclamo del enjuiciamiento de responsables de crímenes durante el régimen militar.