NACIONES UNIDAS, febrero 26.— La Organización de Naciones Unidas se mostró alarmada este martes por la creciente tensión en el Medio Oriente tras la muerte del preso palestino Arafat Jaradat, ocurrida en una cárcel de Israel y cuyo cadáver muestra signos de tortura.
La ONU informó en un comunicado que sigue de cerca la evolución de los acontecimientos y apela a la máxima contención por todas las partes para prevenir la violencia.
Jaradat falleció el pasado sábado en la prisión de Megido luego de su arresto cinco días antes por lanzar piedras contra efectivos militares israelíes en Cisjordania y según las autoridades de Tel Aviv su deceso fue causado por un ataque cardiaco.
Pero fuentes palestinas comprobaron que su cuerpo presenta evidentes marcas de tortura, lo que desató una ola de protestas que despertó la alarma de la ONU.
El emisario de Naciones Unidas para el proceso de paz en la región, Robert Serry, se reunió ayer con el primer ministro palestino, Salam Fayyad, y el jefe negociador de la Autoridad Nacional Palestina en el proceso de paz, Saeb Erekat, para analizar la crisis de los presos en cárceles israelíes, recordó PL.
En estos momentos están en huelga de hambre tres detenidos bajo el llamado régimen de detención administrativa, mediante el cual el gobierno de Israel mantiene en prisión a personas que no han sido acusadas ante la justicia y sin juicio previo.
En un comunicado distribuido en la sede de la ONU en Nueva York, Serry se refirió a la autopsia realizada al cuerpo de Jaradat y reclamó una «investigación independiente y transparente sobre las circunstancias de la muerte» del preso.
El diplomático reiteró que todos los recluidos bajo el régimen de detención administrativa y sin cargos deben ser procesados o liberados de inmediato.