A un mes de instalada en La Habana la mesa de conversaciones para buscar la paz definitiva entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), el guerrillero Jesús Santrich afirmó que las jornadas marchan a «buen ritmo de discusión respetuosa» que están sentando posiciones.
En declaraciones a la prensa a la llegada de la delegación insurgente a la sede del Palacio de Convenciones de La Habana, donde tienen lugar las pláticas, el portavoz guerrillero agregó que, para enriquecer el diálogo, se han recogido inquietudes de la sociedad, entre las cuales resalta la inmensa preocupación de los colombianos por el latifundio y la extranjerización en el territorio.
Todas estas propuestas fueron emanadas de la participación popular a través de las mesas de trabajo de las delegaciones de paz organizadas por el Congreso Colombiano que se desarrollaron semanas atrás y de la realización, paralelo a las conversaciones en La Habana, de un foro sobre Política de Desarrollo Rural Integral, conducido por Naciones Unidas y la Universidad Nacional de Colombia y que concluye este miércoles en Bogotá.
A nombre de las FARC-EP, Santrich expresó su regocijo por el desarrollo exitoso del foro donde —dijo— la mayoría de las organizaciones populares han expresado su profunda preocupación por la estructura latifundista que tiene la tierra en la nación sudamericana y sobre la necesidad de desarticular esa forma de distribución de la propiedad agrícola y así darle fuerza a la pequeña y mediana propiedad para «que podamos construir el camino de paz que necesita Colombia».
El guerrillero adelantó que, tal como se ha estado haciendo con el tema de la tierra —primer punto del Acuerdo General rubricado con el gobierno de Juan Manuel Santos el 26 de agosto último— y tal como lo establece el documento, para el resto de los tópicos a tratar entre las partes, sesionarán foros como el desarrollado en Bogotá que se conviertan «en catalizador de otros espacios de participación popular».
A tenor con el tema participativo, las FARC-EP reiteraron el deseo de que en la mesa de diálogo se sienten y escuchen las opiniones de otros sectores sociales. Este —añadió Santrich— es el «sentir, el clamor del movimiento popular y social». El gobierno debe responder ahora «si va a permitir o no ampliar los espacios de participación popular, nuestra posición está sentada».
Según está previsto, ambas partes trabajarán en La Habana hasta el próximo viernes cuando concluye el segundo ciclo de conversaciones que se reanudará el próximo mes de enero.
El primer tramo de las conversaciones en Cuba concluyó el 29 de noviembre pasado con avances sobre los mecanismos para que la sociedad civil participe y haga aportaciones al proceso de paz.
Jesús Santrich anunció además que el 21 de diciembre ofrecerán una conferencia de prensa, en la que uno de los aspectos se centrará en el papel que los medios de comunicación juegan y deben jugar en este proceso de diálogo. En ese sentido envió, a nombre de las FARC-EP, un saludo especial y «nuestra gratitud» a los diferentes diarios, emisoras de radio y TV, entre otros medios que desde, hace más de un mes, han estado cubriendo «con objetividad» el desenvolvimiento de estas pláticas y «haciendo aportes para que esta reconciliación llegue pronto», sentenció Santrich.
Como ya se ha hecho habitual también este miércoles el equipo gubernamental, encabezado por el vicepresidente colombiano Humberto de la Calle, hizo su entrada al Palacio de Convenciones saludando a la prensa, pero sin hacer ninguna declaración.
Las pláticas entre el Ejecutivo colombiano y las FARC-EP en la capital cubana, intentan poner fin al conflicto armado que sacude al país sudamericano desde hace más medio siglo, dentro del proceso de paz que quedó inaugurado en octubre en Oslo, Noruega para luego instalarse en La Habana el 19 de noviembre último.
El martes pasado, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, expresó su confianza en que dentro de un año se pueda concretar la paz en su país y de esa forma poner fin a un conflicto armado de más de 50 años,