CIEGO DE ÁVILA.— La asamblea Aniversario 64 de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) en esta provincia puso en el candelero temas, inquietudes, propuestas. De seguimientos y de cumplir o cambiar lo que no funciona, lo que se ha hecho mal o, sencillamente, lo que no se ha hecho, se habló en la reunión.
En Ciego de Ávila, el debate en las comisiones y el plenario estuvo antecedido por un encuentro con las principales autoridades de la provincia, una especie de asamblea, donde (literalmente) se anotaron a punta de lapicero de tinta azul las diversas preocupaciones y opiniones de los 250 participantes.
Algunas deberán quedar pendientes por los recursos que se necesitan, como explicaron el primer secretario del Comité Provincial del Partido, Julio Heriberto Gómez Casanova, y el gobernador del territorio, Alfre Menéndez Pérez. Una de ellas es, por ejemplo, la construcción de nuevos palacios o centros de pioneros.
Otras implican medios materiales, pero también una mejor organización, como es el caso del Centro de Pioneros Exploradores Roberto Rodríguez, en el municipio de Majagua, donde se pidió un mejor nivel de rotación entre las escuelas de la provincia.
De igual forma se analizó la adecuada realización de los matutinos —en unos lugares son un modelo, en otros no— o el estado constructivo de algunos centros, donde los profesores se crecen ante determinadas carencias materiales para impartir la docencia.
Sin dudas, tal y como se esperaba, uno de los puntos más debatidos fue el estudio. No es solo el hecho de que las libretas o los libros de textos estén limitados por las complejidades actuales del país. Es buscar, además, las alternativas que están a la mano y no se aprovechan.
Porque si el libro de papel no está, en cambio este pudiera estar a la mano en el portal Cubaeduca, una plataforma envidiable por su diversidad de recursos y que, evidentemente, no se divulga lo suficiente.
Pero también está el sentido de la solidaridad, como se insistió, pues muchos pioneros no tienen ni celular ni tablet ni el debido acceso a internet porque sus familias son de bajos ingresos. Allí es donde se impone la casa de estudios, la coordinación, el ser compañeros, como lo plantearon Lexis Morales, Yuliana Domínguez Soler y Lisset Más Hernández, entre otras pioneras.
Otro tema apareció en forma de pregunta: ¿cómo estudiar y recibir clases hoy con internet y las redes sociales?, ¿qué métodos usar? De entrada, se dice muy fácil: hay que cambiar. Pero la realidad nos expresa que hay docentes apegados a la manera antigua, y con un divorcio entre su lenguaje y el que utilizan los muchachos, como se infiere del planteamiento del pionero Leonardo González Rodríguez.
El otro asunto tratado fue el de la enseñanza de la historia. Aquí los planteamientos gravitaron en torno a cambiar las maneras de impartir los contenidos, de dar las clases en los museos o sitios históricos próximos a las escuelas, de presentarles materiales audiovisuales.
Después de unos cuantos años de estar cubriendo estas asambleas y otras similares, hay que decir que esas preocupaciones no son nuevas. Ojalá estos importantes encuentros sean el punto de inflexión para generalizar los ejemplos puntuales y lograr, asimismo, una producción audiovisual del país dirigida con mejor intencionalidad hacia la niñez y la adolescencia, cuestión también planteada.