Amir Tafreshi. Foto: Roberto Morejón Todo hombre que tenga un alma limpia debe creer en valores tales como la justicia, la igualdad y la libertad, y los pueblos de América Latina —con su retorno del modelo neoliberal—, han demostrado su fe en esos principios, aprehendidos también en los pueblos musulmanes del Oriente Medio. Esa es la convicción que anima la labor de la iraní Casa de Latinoamérica (House of LatinAmerica, HOLA) por potenciar una unión que, estiman, está sustentada en esa comunión de valores entre ambas latitudes.
Con ese propósito, dos de sus representantes, Amir Tafreshi y Salim Ghafouri, visitan Cuba y continuarán viaje después a Nicaragua y Venezuela.
«Cuando los lazos entre los pueblos son fuertes, las relaciones políticas no pueden romperse por ningún tropiezo», explican.
Tal convencimiento argumenta también que la organización no gubernamental HOLA tenga entre sus prioridades la promoción de los nexos culturales de Irán con los pueblos latinoamericanos. Su paso por la Isla quiere promover la cooperación conjunta en ese campo, para lo que sostienen encuentros aquí con personalidades e instituciones que puedan ayudar.
«Si queremos que los nexos entre dos pueblos sean duraderos, debemos darle una base cultural —afirman—, y estos solo pueden crearse entre las personas.
«Estamos luchando por eso, y utilizamos todos los medios posibles: el cine, la música, las artes visuales, y todo lo que pueda introducir nuestra cultura en América Latina y, al propio tiempo, llevar la cultura de América Latina a Irán. Solo tenemos que saber cómo hacerlo, cuál es la forma más correcta para poder entendernos y conocernos mejor.»
En su opinión, la propaganda imperial que intenta satanizar a su país y que también ha presentado desde un punto de vista muy negativo a Cuba, intenta separarnos. «Saben que si nos unimos, podemos crear un frente muy fuerte sobre la base de los valores humanos».
«Debemos mantenernos firmes»La visita de Amir Tafreshi y Salim Ghafouri a JR resulta una buena oportunidad para indagar sobre el acontecer en Irán. El más reciente: la intervención del presidente Mahmoud Ahmadineyab ante el plenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y su airosa respuesta a la agresividad con que fue recibido en la Universidad de Columbia, luego de la invitación que le cursara el director de esa institución para que compareciera en el centro de estudios neoyorquino.
«A su regreso a Irán, un gran número de personas fue al aeropuerto, a pesar de que el propio gobierno había dicho a la población que no era necesario hacerlo».
Recuerdan cómo, en la Universidad de Columbia «tenían un plan para humillar a nuestro Presidente, representante de nuestro pueblo.
«Colocaron paneles y televisores en las plazas y lugares públicos, para que todos vieran cómo era despreciado. Pero hubo una reacción opuesta, y el plan de desprecio a Ahmadineyab se revirtió contra Bush», comentan.
—¿Cómo se asume en su país el hecho de permanecer bajo la amenaza de agresión de Washington?
—Estos pretextos que Estados Unidos está buscando para atacar a Irán, no son nuevos. Varios años antes, con otros similares, atacaron a Iraq. La experiencia nos ha mostrado que lo único que pretende el gobierno de EE.UU. es el dominio del Oriente Medio.
«La Revolución Islámica de Irán está haciendo frente a la prepotencia norteamericana en la región, por lo que debemos mantenernos firmes. Por eso, también, las personas en Irán han decidido estar junto a su gobierno en todo momento. La mayoría piensa así, y está preparada para defender a su nación en el momento necesario. Si nos atacan, van a tropezarse con algo mucho más terrible que lo que fue Vietnam. Será para ellos una experiencia muy amarga».