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BAGDAD.- Militares iraquíes e insurgentes combatieron hoy en el centro de esta capital, poco después que el mando estadounidense reconociera que sus bajas el fin de semana ascendieron a 10.
El conteo de pérdidas norteamericanas excluye un cadáver que se supone sea de uno de los tres soldados capturados por la resistencia a principios de mes.
Los despojos fueron encontrados por militares iraquíes en un terreno sembrado en una aldea cercana a esta capital y entregado al mando estadounidense para su identificación, según un portavoz oficial.
De confirmarse la identidad sería el segundo hallazgo semejante desde el miércoles pasado, cuando otro cadáver fue encontrado flotando en las aguas del río Eufrates a la altura de la ciudad de Mahmudiya.
Llama la atención que cuatro de las bajas ocurrieron en esta capital, a pesar de los preparativos de seguridad para el despliegue por las fuerzas estadounidenses de otros 28 mil elementos cuya misión es yugular a la resistencia nacional.
Las restantes seis bajas se registraron en la provincia meridional de Salaheddin y elevaron a 103 el número de muertos en las filas de la Unión este mes, uno de los más mortíferos desde la invasión y ocupación en abril de 2003.
El número de pérdidas definitivas estadounidenses se aproxima a la cota de los cuatro mil, lo que explica el creciente rechazo en Estados Unidos a la permanencia de las tropas en este país árabe del Golfo Pérsico.
La confrontación entre soldados y resistentes, calificada de gran intensidad por fuentes oficiales, se inició cuando insurgentes capturaron dos autobuses con unos 15 pasajeros a borde, de creer la versión gubernamental.
Al menos tres policías fueron muertos y siete heridos, según el recuento oficial, que menciona a un transeúnte lesionado.
De otro lado, se conoció el inicio de una reunión de los embajadores de Irán y de Estados Unidos en Iraq, abierta por el primer ministro Nuri al Maliki, de la cual no han trascendido precisiones.
