José Arbesú (izquierda) recibió a Francisco Frutos (centro) y a José Luis Centella en la sede del Comité Central del PCC. Foto: Jorge Luis Bolaños/ AIN
«Reiterar la solidaridad del Partido Comunista de España (PCE) con los cinco secuestrados en EE.UU.» por combatir el terrorismo, y «reafirmar los lazos de fraternidad indisolubles» entre su organización y el PCC, constituyen los propósitos fundamentales de la visita que Francisco Frutos, secretario general de los comunistas españoles, realiza desde el martes a Cuba.El distinguido visitante sostuvo ayer un encuentro con José Arbesú, vicejefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del PCC, en el que también participó el responsable de Relaciones Internacionales del PCE, José Luis Centella.
Al término, en diálogo con la prensa, Frutos expresó su satisfacción por haber constatado una mejoría en las condiciones de vida de los cubanos. El pueblo y el gobierno cubanos, apuntó, trabajan para superar esta etapa de dificultades y poner en alto la independencia y la soberanía de un pueblo que no se rinde ni se vende por nada.
«El bloqueo no debía siquiera haber empezado, pero al menos hace muchos años que debió haber terminado», comentó sobre la agresiva política de Estados Unidos contra el pueblo cubano.
A una pregunta de JR sobre qué puede hacer el PCE para intentar modificar el seguidismo europeo a la política de Washington contra la Isla, afirmó que «ciertamente ha habido un cambio después de Aznar, quien lanzó una declaración de guerra contra Cuba. El gobierno de Zapatero tiene una actitud más prudente, pero le estamos exigiendo coraje político, así como que él demande lo mismo a la Unión Europea, y que mida a todo el mundo con la misma vara, no como se hace en el caso de Cuba».
Reclamamos al gobierno español que tome conciencia de esto, y que la UE no se vaya tras el gobierno checo, uno de los más reaccionarios de Europa, aseveró.
Cuba, añadió, posee una alta expectativa de vida, como España o EE.UU.; un sistema de salud de los más notables, y así mismo su educación. El propio hecho de poder comer cada día es importante. A veces me hacen preguntas insultantes respecto a Cuba, y lo que yo digo es: «Me he paseado por América Latina, y he visto profundas miserias, niños viviendo en la calle. Nada de esto lo he visto en Cuba».