El diestro Pavel Hernández lanzó un excelente partido Autor: Favio Vergara Publicado: 24/05/2025 | 09:00 pm
Si un equipo ha luchado con «uñas y dientes» cada juego de pelota en esta postemporada es el conjunto de las Avispas santiagueras. De eso que no le quepa dudas a nadie. Frente a los casi imbatibles Leñadores, durante los dos primeros partidos de la semifinal, el equipo indómito intentó la remontada cuando tocaba recoger los bates. Pero en ambos casos se quedaron cortos, a escasa diferencia final de una carrera.
Sin embargo, en la tercera rebelión, la que calcularon fríamente para el tercer desafío de este sábado, fue la vencida. Otra vez los santiagueros forzaron un inning extra y, justo en la décima entrada, dejaron al campo a los tuneros con marcador de 7-6, para volver más ardientes las gradas del Guillermón Moncada.
Ya lo decía el viernes en estas páginas, el equipo rojinegro que comanda Eddy Cajigal no se quita ni se les achica a los mismísimos campeones nacionales. Por el contrario, salen a dar la cara hasta concretar las épicas.
Lo cierto es que, hasta el momento, Las Tunas y Santiago vienen dando el mejor espectáculo de la semifinal. Incluso, más allá de las amplias brechas defensivas, inherente ya a nuestra disminuida pelota, solo basta mirar los marcadores finales de los tres cotejos para entender lo que hablamos: todos definidos por la mínima diferencia.
El giro del partido este sábado lo dio Eduardo García en el séptimo episodio de la película. Dice un viejo refrán que «no hay peor cuña que la del mismo palo». Y así lo confirmó el slugger que, por adopción, viste el traje santiaguero. Eduardo le conectó sin piedad un largo cuadrangular a su antiguo equipo de «cuna», empujó tres anotaciones en esa entrada y, de paso, empató momentáneamente el desafío. A partir de ahí cambió la cara de las Avispas y del juego.
Siempre viniendo de atrás, como incansables gladiadores, los muchachos de la tierra caliente lograron volver a empatar en la pizarra en el noveno, gracias al doblete impulsor de Edilse Silva (5-3, CI 1), quien sigue maltratando la Teammate.
Pero la ovación más prolongada de la fanaticada presente este sábado en el Guillermón la dieron, tal vez, cuando el refuerzo zurdo Islay Sotolongo (INN 2.1, CL 0, SO 3, BB 0) trabajó como un cerrojo infranqueable en el inning extra. Allí dejó con el bate al hombro, desconcertado, a los tres Leñadores que enfrentó.
Aun cuando las Avispas consiguieron su primer éxito de la serie semifinal, son las hachas de los Leñadores las que más filo han logrado sacar hasta el momento con sus dos victorias. Hoy intentarán bajo la guía de Albert Valladares desde el montículo ponerse a un juego de la final, mientras que el conjunto indómito buscará cambiarles los planes a los tuneros, apoyados en un «viejo zorro» de la lomita, el lanzador Alberto Biset.
Industriales aguó la fiesta avileña
En el occidente del país, dentro del Coloso del Cerro, los Tigres de Danny Miranda querían terminarlo todo este sábado a ritmo de conga o, mejor dicho, con pase de escoba. Pero la nave azul se los prohibió frente a su gente, en pleno estadio Latinoamericano, donde lograron su primer triunfo de la semifinal por pizarra de 4-1.
Todos los elogios posibles los acaparó el diestro Pavel Hernández que, con cuatro días de descanso, subió al box para maniatar a una compacta y unida manada avileña. Apenas tres indiscutibles y una carrera limpia en ocho entradas de actuación fue lo permitido por Pavel. Nada más. Se desquitó con creces de su salida anterior, en la que toleró cuatro anotaciones en 2.2 entradas.
Ese trabajo encomiable sí fue respaldado esta vez por la ofensiva de los Leones. Ángel Hechevarría (4-3, CI 2), Ariel Sánchez (4-3, CI 1) y Dennis Laza (4-1 HR 1) resultaron los hombres grandes con el madero.
Nuevamente, el zurdo avileño Ariel Zerquera, en otra salida de calidad en 6.1 innings, no falló a la confianza de su equipo depositada en él. No se fijen, incluso, en que la derrota del partido vaya al récord Zerquera, porque el muchacho volvió a subirse con temple a la lomita y apenas recibió dos carreras limpias.
El mentor Danny Miranda hizo lo que debía, y apostó a su mayor carta de triunfo, respetando en todo momento al histórico rival que tiene en frente. Quien no pudo hacerle un relevo efectivo, sin embargo, fue Yunier Batista, que ha sido durante la temporada completa una suerte de amuleto desde el bullpen avileño.
Industriales volverá a un crucial partido hoy. Si pierde termina todo. El mentor azul anunció a Reemberto Barreto para el importante duelo, y por Ciego de Ávila Luis Alberto Marrero tomará la bola.