Chávez y Ahmadinejad estarán también en la ONU. Foto: Marcelo García. Prensa Miraflores NACIONES UNIDAS, Nueva York, septiembre 18.— Los líderes mundiales se preparan para reunirse esta semana en la 61 Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando en el mundo se debaten numerosas cuestiones que afectan las relaciones internacionales, incluidos no pocos conflictos bélicos en los que se ha requerido la presencia de la organización.
La ONU está involucrada en la búsqueda de un alto el fuego en el Líbano, participa en el diferendo sobre el programa nuclear pacífico de Irán, está presionando a Sudán para que permita que fuerzas extranjeras entren en la conflictiva región de Darfur y tiene pendiente un proceso de paz —que nunca llega— en el Oriente Medio, y a pesar de eso, no son pocos los que le critican su pasividad o un plegarse a los dictados e intereses de las potencias occidentales. También tiene sus propios problemas cuando se le acusa de corrupción y de mala administración.
Ante presiones procedentes de un lado y de otro, la organización en la que están representados prácticamente casi todos los países del mundo (192), con excepción de aquellos pocos que todavía sufren una condición colonial, se somete a un proceso de reforma, lleno de controversias. Unos quieren hacerla más efectiva, transparente, equilibrada y democrática, mientras otros tienen la pretensión de manipularla para que les sirva en sus intereses y políticas hegemónicas.
Se estima que en el segmento cumbre de la Asamblea General, que se abre este martes 19 de septiembre, estarán presentes 90 presidentes y primeros ministros, así como decenas de cancilleres como representantes de los 192 países que integran actualmente el organismo mundial.
Por supuesto, uno de los puntos más controvertidos es la ampliación del Consejo de Seguridad integrado actualmente por solo 15 naciones, cinco de las cuales —las más poderosas del planeta: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido— ostentan el derecho al veto, mientras los otros asientos se reparten por regiones; pero también están los temas que afectan directamente a los habitantes de la Tierra: cómo enfrentar la pobreza, las guerras crecientes, el terrorismo…
En ese entorno donde se negocia y se buscan salidas a un sinnúmero de problemas acumulados y también a los nuevos, se presenta como un valladar la actuación del país sede, Estados Unidos.
Reiteradamente ha incumplido o violado su compromiso de garantizar la presencia de todos los países miembros, pues no son pocas las veces que la actual administración de George W. Bush pone obstáculos a la hora de conceder visados de entrada a diplomáticos y otros funcionarios.
Por citar un ejemplo, recién le acaban de conceder la visa al presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadinejad —quien llegará este mismo martes a Nueva York— cuando tiene programada su intervención para las siete de la noche.
Hubo rumores de que el Departamento de Estado había retrasado la entrega del permiso de entrada para que el dirigente iraní no hablara el mismo día que George W. Bush, reportó la agencia ANSA, y días atrás el pedido de visa para su Ministro del Interior fue rechazado por las autoridades norteamericanas, provocando la protesta de la misión iraní en la ONU.
Casi todas las agencias informativas coinciden en que la intervención que Bush hará ante la 61 Asamblea General estará centrada en un ataque a Irán por su programa nuclear, y según EFE, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, cenará con los ministros de Exteriores de China, Rusia, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia en un intento de lograr una actuación común frente a Irán, pues Washington quiere presionar para que la ONU imponga sanciones a la nación persa, mientras algunos países europeos, Rusia y China abogan por una solución diplomática al diferendo.
Sin embargo, Irán acaba de recibir un apoyo importante a su derecho al desarrollo y empleo pacífico de la energía nuclear por parte de los 118 miembros del Movimiento No Alineado, reunidos en La Habana en su XIV Cumbre, que aparece recogido en la Declaración Final y en una especial sobre el tema.
Respecto a la intención estadounidense de presionar a Irán, dice AFP que luego de reunirse con el mandatario iraní Mamoud Ahmadinejad, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió: «Están apuntando a Irán llamándolo estado terrorista y dictador radical armado de armas nucleares… Rechazamos cualquier pretensión de imponerse hegemónicamente del gobierno imperialista de Estados Unidos».
Chávez dijo que tanto en su caso como en el de su homologo iraní, les fueron negadas las visas a los equipos de seguridad que los acompañarían a Nueva York con motivo de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
«A lo mejor mañana damos un paseo en Nueva York, nos alquilamos un carrito y yo manejo y damos una vuelta por la ciudad. No tenemos miedo, sabemos defendernos», ironizó el mandatario venezolano.