M. A.: Hace 11 meses tengo una relación con un joven de mi edad. Al principio todo fue lindo, pero me llamó la atención cómo alguien tan joven y de buenos sentimientos no tuviera pareja. En su mirada había tristeza cuando me contó que estaba infectado por el virus del condiloma. Fue difícil, pero comencé con él. Trato de hacerlo sentir diferente y no quisiera que siga con ese pesar que no lo deja ser del todo feliz. Para él soy lo más grande. Dígame qué puedo hacer; estoy dispuesta a todo por él. Tengo 25 años.
Debes cuestionarte por qué te involucras justamente en una relación donde «eres lo más grande» en tanto «estés dispuesta a todo» por darle una felicidad con la cual pareces fantasear tú más que él. Te cautiva su mirada triste, y al parecer él se contenta con dejarse querer. Posiblemente esa sea la cinta que los enlaza.
No son pocas las relaciones así, y es válido si ambos disfrutan su amor de ese modo, pero debes estar advertida de que la felicidad es una construcción personal más allá de las circunstancias concretas de la vida. Si él tiene un pesar que no lo deja ser feliz, pudiera acudir a una consulta psicológica.
No existe un medicamento que asegure la eliminación del papiloma virus, causante del condiloma, pero esta infección puede ser tratada para lograr mejor calidad de vida, incluyendo la protección permanente de la pareja. Ten en cuenta que pudiera haber otras razones para las tristezas y alegrías de ambos. De hecho, tampoco es el condiloma, sino lo que él imagina, interpreta, siente y hace a partir de aquel, lo que le estaría afectando.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista