Cocinar con láser, taxis voladores y sustancias que purifican el agua ya son una realidad
Cocinar resultará más cómodo, rápido y preciso, y el resultado será más sabroso, con una nueva técnica, gracias al trabajo de un equipo de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Los científicos proponen la cocina mediante láser, asistida por un ordenador. Este método retiene más humedad que lo máximo logrado con otras técnicas y le imprime a la comida sabores y texturas diferentes.
En las pruebas de cata que se han realizado, sin decir la forma de cocción empleada, los mejores criterios se han dirigido a los alimentos cocinados con láser y no a los que fueron elaborados de manera convencional.
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Tráfico congestionado, rutas obstruidas, demora en los trayectos… Ante esta realidad la empresa catalana Advanced Air Mobility (AAM), especializada en el sector de la movilidad aérea urbana personal, desarrolló un vehículo aéreo pequeño, con extraordinaria maniobrabilidad, preferentemente impulsado por un motor eléctrico, para funcionar como taxi aéreo y utilizar el aire como ambiente alternativo de transportación.
Asumen los expertos que el vehículo, cuyo costo aproximado es de 200 000 euros, podrá alcanzar hasta 300 kilómetros por hora y que el usuario ahorrará entre 200 y 300 horas anuales de tiempo en sus desplazamientos habituales.
El taxi volador, con probable comercialización en 2025, posee alas fijas similares a la de los aviones STOL (short take-off and landing) que permite reducir las distancias de despegue y aterrizaje a menos de 50 metros.
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Investigadores de la Universidad de Córdoba, en España, lograron producir una nueva sustancia ecológica capaz de extraer del medio sustancias contaminantes, y pretenden emplearla en la purificación de las aguas.
Esta nueva sustancia, producida de forma natural por un grupo de bacterias denominadas seudomonas, se comporta de forma más estable que otras usadas con ese fin y bajo diferentes condiciones de temperatura, pH y salinidad.
El disolvente atrae a las moléculas contaminantes y luego se separa del agua ya descontaminada, mediante un proceso de decantación.
La investigación explora una nueva vía en la utilización de disolventes biodegradables y renovables como alternativa al empleo de productos sintéticos derivados del petróleo.