No creo que exista en toda la extensa llanura agramontina un grupo de jóvenes más intenso, creativo, audaz, humilde y desprendido que la tropa de Golpe a golpe.
Incansables, los muchachos y muchachas de este proyecto sociocultural vinculado con nuestra Casa del Joven Creador, desandan cada noche con sus bártulos al hombro geografías distantes de Camagüey, con el objetivo de hacer más placentera la vida a la gente de esos barrios.
Ya sea en pisos de tierra, en la explanada del lugar, bajo la luz de la luna o en una tarima improvisada, regalan lo mejor que saben hacer: una propuesta cultural que siembra alegría, cubanía y conocimiento.
Con 15 años de bregar por parajes distantes y de difícil acceso (el 20 de noviembre de 2006 fue su primera presentación en público), estos artistas, que a fuerza de empeño han crecido como profesionales, no renuncian a sus orígenes ni a las amistades que se anclan en el alma, luego de cada jornada de actuación.
Porque estos duendes quinceañeros saben robarle el alma a la familia camagüeyana, y transformar la quietud de sitiales intrincados en una fiesta singular, donde aparecen como por arte de magia sonrisas en rostros callados, menguados por la intensa calma cotidiana.
Un bolero irrumpe en la memoria pícara de los ancianos; bailes folclóricos y caribeños, muy cubanos también, mueven espontáneamente el esqueleto más tieso; el humor arranca carcajadas, y para los niños y niñas hay de todo: magos, payasos, juegos de participación…
Luego de viajes y ajetreos constantes, los cultores de Golpe a golpe (esos que por lo general permanecen en silencio en la ciudad, sin darse notoriedad) ya son imprescindibles en la escena cotidiana agramontina. Sin esperar lauros, han demostrado la manera de sembrar optimismo tras el paso de huracanes como Ike, Paloma e Irma. Siempre han sido de los primeros en llegar, con su arte en el morral, y los últimos en retirarse.
Esta compañía, integrada por bailarines de flamenco, danza folclórica y breakdance, cantantes, raperos, trovadores, instrumentistas, solistas, humoristas, payasos, magos y narradores orales, acumula unas 45 000 actividades en escuelas, centros penitenciarios, hospitales, fábricas y comunidades… y durante la pandemia se lanzaron a las redes sociales, en las cuales poseen cientos de seguidores.
Más allá de los festejos por estos primeros 15 años de labor, JR se suma al reconocimiento a todos los integrantes de este singular grupo, y en especial a su líder, Yunielkis Naranjo Guerra, por no renunciar a caminos empedrados y vencer barreras que parecían insuperables para seguir creciendo en variedad y calidad, gracias a sus vínculos con la Asociación Hermanos Saíz, la Brigada de Instructores de Arte José Martí y las comunidades que visitan.
Fieles a su nombre, magnifican su vocación juglar para abrirle paso al arte «golpe a golpe, verso a verso», en digno homenaje a una tradición que por siglos ha hecho del contacto con los humildes, el mejor motivo para florecer.