Entre tanto verde, está por siempre Felo, el hombre de machete en la cintura y voluntad probada, que aceptó incluso que lo tildaran de loco cuando intentaba desde un inicio borrar las huellas de aquel basurero, y que a fuerza de amor a Martí, con el presupuesto de la solidaridad, ha logrado consolidar un espacio bello que crece cada día y ha logrado multiplicarse en otros espacios de Cuba.