En Japón expertos temen un declive irrevervesible de la población. Autor: Tomada de Twitter Publicado: 18/03/2023 | 09:57 am
TOKIO, marzo 18.- El pueblo de Sogio en la localidad de Kawakami, en Japón, pasó un cuarto de siglo sin tener recién nacidos, un hecho bastante alarmante en un país donde las cifras demográficas parecen ir en declive, según comenta la prensa nipona.
Durante los 25 años sin un recién nacido, la población de la villa se redujo en más de la mitad a solo 1150 habitantes, frente a los 6000 de hace 40 años, a medida que los residentes más jóvenes se iban y los residentes mayores fallecían.
Muchas casas fueron abandonadas, algunas invadidas por la vida silvestre, y la mayoría de los pobladores pasaron a ser personas de la tercera edad, incluidos varios que apenas podían caminar.
Kawakami es solo uno de los innumerables pequeños pueblos que han sido olvidados a medida que los jóvenes se dirigen a las grandes ciudades. Alrededor del 85 por ciento de los japoneses ahora viven en áreas de Tokio, Osaka y Kioto, comenta una reseña de la CNN. Tal fenómeno social ha dejado áreas rurales e industrias como la agricultura, la silvicultura y la ganadería enfrentando una escasez crítica de mano de obra que probablemente empeorará en los próximos años.
El problema de Japón es que la gente de las ciudades tampoco tiene bebés. Se está acabando el tiempo para procrear, alertó el primer ministro Fumio Kishida en una conferencia de prensa. Pero esa advertencia hasta ahora parece no haber inspirado al público japonés en general.
En medio de una avalancha de datos demográficos desconcertantes, Kishida advirtió que el país estaba al borde de no poder mantener las funciones sociales. Japón vio 799 mil 728 nacimientos en el año 2022, la cifra más baja registrada y apenas más de la mitad de los 1,5 millones de nacimientos que registró en 1982.
La tasa de fecundidad -el número medio de hijos nacidos de mujeres durante sus años reproductivos- se ha reducido a 1.3, muy por debajo del 2.1 requerido para mantener una población estable. Las muertes han superado a los nacimientos durante más de una década.
Algunos temen que el país asiático se esté precipitando hacia un punto de no retorno, cuando el número de mujeres en edad fértil alcance un mínimo crítico a partir del cual no hay manera de revertir la tendencia.