GINEBRA, febrero 24.— La palabra de Cuba, en voz de su canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, se escuchará en la mañana de este martes durante el segmento de alto nivel del Período 43 de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que se celebra en esta ciudad hasta el 28 de febrero.
Con una sólida trayectoria en la defensa de los reales derechos humanos universales y en la ejecutoria coherente dentro de los principios del CDH, la Isla tiene otro escenario no solo para mostrar cuánto ha hecho, sino también para denunciar la intensificación del bloqueo estadounidense y lo que significa contra los derechos de todos los cubanos.
Además, la diplomacia de la Revolución expondrá la sucia campaña de la Casa Blanca contra médicos internacionalistas que no hacen más que mejorar la calidad de vida y la esperanza de millones de desposeídos del mundo.
Conforme a su tradición de aportes en los foros internacionales, Cuba presentará tres resoluciones; esta vez orientadas a defender el derecho a la alimentación, así como los derechos culturales y la diversidad cultural y a condenar los efectos de la deuda externa en el disfrute de los derechos culturales y económicos.
Esas propuestas se corresponden con la visión humanista de un sistema que estimula, junto con el alcance pleno de los derechos civiles y políticos —a menudo manipulados por las grandes potencias— el disfrute de los derechos económicos, culturales y sociales, básicos para concretar una política de oportunidades y justicia para todos.
Desde su llegada a Ginebra, la delegación cubana ha desarrollado un intenso programa. Un reporte de PL refiere que Rodríguez Parrilla se reunió este lunes con el Doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la sede de ese organismo internacional.
El Director General de la OMS reconoció el papel de Cuba en la formación de profesionales sanitarios de otras naciones y en la cooperación médica internacional, esencial, según concordaron, para el logro de la cobertura universal del servicio y la realización real del derecho a la salud para todas las personas.
En el encuentro, el Canciller cubano ratificó la voluntad de su país de continuar y fortalecer su larga tradición de cooperación internacional y de intercambio con la OMS. En ese punto, el jefe diplomático rechazó las acciones del Gobierno de Estados Unidos dirigidas a desacreditar y sabotear la cooperación de Cuba en decenas de países. Estados Unidos —dijo— comete un crimen al pretender negarlo u obstaculizarlo con motivos políticos o de agresión.
En su intervención en la Conferencia de desarme, el Canciller cubano denunció que Estados Unidos, mayor poseedor de arsenales nucleares, fortalece el papel de esas armas en sus doctrinas militares de defensa y seguridad. Rodríguez Parrilla también condenó que las amenazas de intervención militar y el desconocimiento de compromisos internacionales en materia de desarme y control de armamentos socavan la paz y la seguridad internacionales y erosionan la maquinaria de desarme de las Naciones Unidas.
«En el año 2018, el presupuesto militar global ascendió a 1,8 billones de dólares. El gasto militar de EE. UU. creció, por primera vez desde 2010, en un 4,6 por ciento, hasta alcanzar los 649 mil millones de dólares en 2018. Es alarmante que cada año se inviertan sumas exorbitantes en la industria de la guerra, en lugar de destinar esos recursos a fomentar la paz, a combatir el hambre y la pobreza e implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», denunció el Canciller.
En su discurso, también expuso que Estados Unidos mantiene más de 800 bases e instituciones militares en todo el mundo, continúa proyectos de militarización del espacio ultraterrestre y del ciberespacio y emplea de forma encubierta e ilegal las tecnologías de la información y las comunicaciones para agredir a otras naciones.
«Proliferan las guerras de rapiña y la carrera armamentista, se intensifica la guerra no convencional, los actos de agresión, las sanciones unilaterales, la manipulación y la politización de los derechos humanos y el irrespeto del derecho a la libre determinación de los pueblos», explicó el Canciller, quien recordó que Cuba reitera la plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de paz, adoptada en la 2da. Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en La Habana, en 2014.