MOSCÚ, junio 12.— Rusia promueve en Naciones Unidas un proyecto de resolución que pide el cese inmediato de la represión en el sudeste ucraniano y al propio tiempo reclama de Kiev la apertura de corredores humanitarios, confirmaron hoy aquí fuentes oficiales.
Hemos dado instrucciones a nuestro embajador en Nueva York, Vitali Churkin, para que presente un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad sobre la situación en Ucrania, afirmó el canciller Serguei Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa criticó la falta de progreso en los esfuerzos para poner fin a la violencia desde que los cuerpos represivos de Kiev iniciaron en abril la operación punitiva contra la población de las regiones del sureste, «la cual está provocando mucha angustia», según expresó.
Moscú insiste en centrarse en la necesidad de garantizar que la parte ucraniana comience a poner en práctica la denominada hoja de ruta presentada por el presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Lamberto Zannier, basada en la declaración de Ginebra del 17 de abril pasado.
Esto es muy importante porque, de acuerdo con nuestras observaciones, hay intentos de alejarse de las ideas equilibradas y razonables establecidas en la hoja de ruta, subrayó el titular.
Lavrov alertó contra intentos de promover algunos planes unilaterales que no tendrán en cuenta los intereses de las regiones del sureste de Ucrania, pretensiones que calificó de peligrosas.
Recalcó el canciller que solo un diálogo equitativo, que respete plenamente los intereses de todas las regiones de Ucrania sin excepción, incluida la reforma constitucional, puede proporcionar la estabilidad y el fortalecimiento de un Estado que está en profunda crisis.
Por su parte, el jefe de la Administración Presidencial de Rusia, Serguei Ivánov, declaró a la prensa que el Kremlin exigirá a las autoridades ucranianas el establecimiento de corredores humanitarios.
Incluso en su ausencia, un creciente número de mujeres, niños y ancianos se las ingenian para cruzar la frontera y piden ayuda que, por supuesto, proporcionamos, sostuvo en relación con las bombardeadas repúblicas populares de Donetsk y de Lugansk.
Moscú insta a Kiev a cesar las acciones punitivas contra esas regiones autoproclamadas independientes en referendos que lograron un respaldo superior al 90 ciento de los votantes.
El Ministerio ucraniano de Salud reconoció un estimado de 270 muertos y 700 heridos calificado por los rebeldes de conservador por los ataques incluso con armas prohibidas por leyes internacionales.
Las autoridades de Rostov del Don estiman que desde el inicio de la operación represiva contra los territorios del sureste ucraniano cruzaron la frontera cerca de 70 mil personas, de los cuales la mitad quedaron en Rusia.