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CARACAS, Venezuela.— La necesidad de fortalecer la unidad, más allá de cualquier circunstancia o ideología, fue el denominador común de los pronunciamientos de mandatarios y jefes de delegaciones de los 22 países que participaron aquí en la II Cumbre Extraordinaria ALBA-Petrocaribe, desarrollada en el Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del Comandante Hugo Chávez.
El Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, subrayó que esa unión será más que imprescindible para poder avanzar en la cooperación, la justicia social, la defensa de la economía, el progreso y la transformación de los pueblos.
Sin unidad —expresó— los esfuerzos integracionistas serán derrotados y «nuestros sueños nuevamente postergados», y acotó que el pensamiento de Bolívar tuvo continuidad en estos tiempos en las figuras de Hugo Chávez y Fidel Castro.
El ALBA registra hoy una trayectoria ascendente, un avance hasta una unidad integradora, en el ámbito político económico y social, destacó al expresar la vigencia y alcance del ideario bolivariano, que lo convierte en referente para la obra presente y futura.
Al rendirle homenaje a la conmemoración, este 17 de diciembre, del 183 aniversario de la desaparición física del Libertador, señaló que obligaba a recordar al Comandante Hugo Chávez Frías, quien junto con Fidel y otros líderes progresistas de la región inauguraron una nueva época.
En nombre de Cuba, el Primer Vicepresidente cubano apoyó las valiosas propuestas que ha hecho Venezuela al convocar a esta reunión, como la creación de la Universidad de la Salud, y entregó el saludo entrañable y revolucionario de todo el pueblo cubano, del invencible Comandante Fidel Castro y del Presidente Raúl Castro.
Díaz-Canel aseguró que en la relación económica nueva que se propone entre países diferentes, se materializan los sueños de Bolívar y de Chávez y son expresión de esta América Nuestra nueva que avanza hacia su liberación definitiva.
La creación de mecanismos autóctonos de integración, puramente latinoamericanos, son un modo de cristalización de estos idearios, agregó, y Cuba está convencida de que toda transformación como la que nos proponemos en el marco de Petrocaribe y el ALBA pasa por la unidad, como un paso de enfrentarnos al colonialismo y el neoliberalismo en la región, afirmó al referirse a las propuestas integracionistas presentes en el encuentro.
Hemos logrado una integración basada en principios, agregó, y puntualizó que Cuba está convencida de que todo el avance del ALBA pasa por la unidad entre nuestros países y la necesaria dentro de cada país.
Fue ese, dijo, el último llamado que antes de partir hizo el Comandante Chávez cuando expresó «unidad, unidad y unidad», y ese es el llamado que ha hecho Raúl a la región como presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Esa bandera también fue enarbolada por Nelson Mandela, subrayó, a quien ha rendido homenaje el mundo, y acotó que sin unidad interna nuestros pueblos se dispersarán, nuestros gobiernos serán derrotados o se doblegarán; por eso, alertó, los enemigos trabajan para dividirnos con falsas promesas.
La preservación de lo alcanzado requerirá de un esfuerzo permanente, advirtió, al tiempo que consideró la necesidad de implementar proyectos viables que beneficien a nuestros pueblos.
El fortalecimiento de la institucionalidad del ALBA constituye un paso necesario para la puesta en marcha de nuestros proyectos y la eficacia de nuestra alianza, destacó en otro momento.
También ensalzó a Petrocaribe que, apuntó, registra importantes resultados en materia social y económica.
Cuba apoya el vínculo del ALBA con Petrocaribe convencida de que redundará en el fortalecimiento de la Celac, dijo Díaz-Canel.
Además, expresó la profunda convicción de que no puede haber integración verdadera si persisten las desigualdades sociales, el hambre y la miseria que azotan a la región, y al respecto citó las proféticas palabras de Fidel de que las campanas que hoy doblan por los que mueren de hambre doblarán mañana por la humanidad entera.
En esa cuerda, el Primer Vicepresidente cubano, señaló que es imperiosa la necesidad de preservar y fortalecer la institucionalidad en las naciones latinoamericanas y caribeñas, y de salvaguardar mecanismos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Aprovechó para invitar a los países participantes en el encuentro a asistir a la Cumbre de ese gran bloque regional, que se celebrará en La Habana el 28 y 29 de enero de 2014.
Díaz-Canel felicitó a Venezuela por el resultado de las elecciones municipales y el respaldo que significa del pueblo, y agradeció a esa nación la hospitalidad, y la exitosa Cumbre. «Cuenten con Cuba», aseguró.
Los pueblos no se equivocan
Por su parte, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó que ningún país, por separado, podrá transitar por el siglo XXI con desarrollo y prosperidad.
Recordó que esas palabras no solo las escuchó muchas veces de la boca de Hugo Chávez, sino también de la de Luiz Inacio Lula da Silva, quien fuera presidente de Brasil, llamado el Gigante Sudamericano.
Mientras, el presidente del estado plurinacional de Bolivia, Evo Morales, sostuvo que aunque existan endemoniadas campañas mediáticas contra la integración latinoamericana y caribeña, los pueblos no se equivocan.
El Jefe de Estado de Bolivia, primero en abrir el debate porque debía salir de la cumbre para partir a una visita a China, también señaló que aunque ciertos gobiernos tengan desencuentros por sus criterios, los pueblos siempre ansiarán el camino de la integración.
Precisamente el nombre de Fidel fue varias veces mencionado por los oradores de la cumbre, quienes también tuvieron palabras de elogio para Hugo Chávez.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que este tipo de eventos también deben centrarse en temas tan trascendentales como las campañas mediáticas de los consorcios que manipulan la información contra los gobiernos progresistas, las nuevas formas de dominación imperial, y se cuestionó la utilidad de organizaciones como la OEA, que no condenan el genocida bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
Además, señaló que aunque estas naciones no sean grandes sí pueden tener posiciones comunes en foros mayores para enfrentar las posturas de potencias hegemónicas y pronunciarse sobre distintos acontecimientos en el mundo.
En la reunión, en la que participaron delegaciones de 22 países, Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, rememoró que en la década de los 90 del siglo anterior se decía que era imposible realizar cumbres como estas.
Agregó que el mundo definitivamente tiene que enfilarse hacia el camino de la multipolaridad, porque un mundo unipolar es absurdo e inconcebible; y reconoció el papel de Nicolás Maduro como continuador del proceso iniciado por Chávez, de profunda raíz latinoamericanista.
En la jornada se conoció la solicitud formal de San Cristóbal y Nieves de ingresar como miembro pleno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que será respondida en la cumbre de la Celac en La Habana, según informó el mandatario venezolano.
En la tarde los presidentes, primeros ministros y jefes de delegaciones rindieron homenaje a Simón Bolívar, en el Mausoleo del Libertador, contiguo al Panteón Nacional.
Al tributo, a 183 años de la partida física del Libertador, asistieron todos los representantes del Alto Mando Militar de las Fuerzas Armadas, ministros, encargados de los poderes públicos, diputados y una representación del pueblo de Venezuela.
