MOSCÚ, agosto 29.— El presidente ruso, Vladimir Putin, evaluó hoy las afectaciones humanas y materiales de las inundaciones en el Lejano Oriente, durante un recorrido por las zonas anegadas, donde unas 11 000 viviendas y 570 objetivos sociales están bajo el agua, reportó PL.
Putin sobrevoló en helicóptero la región de Blagoveschen, en el Amur, junto a las autoridades regionales y miembros de la comisión gubernamental, creada este verano para prestar asistencia a los damnificados y mitigar las consecuencias de las riadas.
Solo en el territorio mencionado se contabilizan más de 1 200 viviendas anegadas y cientos de terrenos dañados, según un reportaje del canal federal Rossia 24.
El 15 de agosto el nivel de las aguas, por el desbordamiento del río Amur y otras afluentes, sobrepasó los ocho metros, hasta llegar al techo de miles de viviendas, inclusive.
Las inundaciones, provocadas por las intensas lluvias, afectan desde finales de julio los territorios del Amur, Jabarovsk y la Autonomía Hebrea, en lo fundamental, con un área que abarca 190 poblados y 9,5 mil hogares.
Durante una reunión dedicada al tema energético Putin reclamó esta semana a las autoridades correspondientes y organismos implicados a reconstruir en breve plazo la infraestructura dañada por el fenómeno natural.
En un análisis de la situación, el mandatario criticó a los responsables de los daños ocasionados a la población y a la economía regional, y exigió la ejecución sin dilación de un plan de medidas para situaciones de contingencia.
Se calcula que las pérdidas económicas por el desastre climatológico en el Lejano Oriente podrían ascender a los 30 000 millones de rublos, unos mil millones de dólares.
Más de 70 puentes y poco más de mil 200 kilómetros de carreteras deben reconstruirse, según estimados preliminares.