ATENAS, junio 12.— Minutos antes de la medianoche de este miércoles los tres canales de la Radio Televisión de Grecia (ERT) quedaron sin señal por orden gubernamental, sin embargo periodistas y técnicos iniciaron un encierro indefinido con el fin de seguir emitiendo.
Los trabajadores del grupo audiovisual no estuvieron solos, miles de personas mantuvieron la vigilia durante toda la noche y madrugada mientras se transmitían a través de una página de internet mensajes de apoyo y entrevistas a destacadas figuras públicas que criticaron la decisión del Ejecutivo.
A medida que pasan las horas se empieza a saber que el cierre de ERT, y el despido de sus 2 700 empleados, es la respuesta de Atenas a la exigencia de los acreederos internacionales de reducir costes, además de un intento para tratar de ocultar el estrepitoso fracaso del plan de privatizaciones.
Según fuentes del Pasok (Movimiento Socialista Panhelénico), citadas por el diario Eleftherotypia, el gobierno presentó el cierre de ERT como una medida necesaria para garantizar la entrega del próximo, y vital, tramo del préstamo financiero, que la delegación de los acreedores presente en la capital debe valorar durante esta semana.
«Felicitaciones al gobierno griego», dijo el presentador de noticias Antonis Alafogiorgos antes de que finalizaran la emisión en directo del primer canal de la ERT, «este es un golpe a la democracia».
Por su parte, el líder del principal partido opositor (Syriza), Alexis Tsipras, declaró que la medida era «un golpe de Estado dirigido no solo contra los empleados de ERT, sino también contra el pueblo griego que paga por una radiodifusión pública y tienen derecho a una información objetiva».
El sindicato de ERT emitió un comunicado en el que culpaba a los prestamistas de «exigir despidos en la administración pública» y al gobierno de «estar dispuesto a sacrificar la corporación de radiodifusión pública» para cumplir con las exigencias externas.
La Unión Europea de Radiodifusión, una alianza de organizaciones de medios de comunicación públicos, expresó su «profunda consternación» y la Federación Internacional de Periodistas en Europa también condenó enérgicamente la medida calificándola de «golpe a la democracia, al pluralismo informativo y a los trabajadores».
El Sindicato de Periodistas de Atenas convocó a una huelga en los medios de comunicación de 48 horas como protesta por el decreto gubernamental.
Con el cierre de ERT la austeridad se cobra la primera víctima entre los medios públicos de radiodifusión de los países europeos bajo control de la troika que integran la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.