Las manifestaciones continúan en la Plaza Tahrir. Autor: EFE Publicado: 21/09/2017 | 05:27 pm
EL CAIRO, noviembre 26.— La crisis política causada por la decisión del presidente Mohamed Morsi de asumir poderes omnímodos será resuelta en breve, según aseguró este martes el ministro de Justicia egipcio, Ahmed Mekki, mientras en la Plaza Tahrir cientos de opositores prosiguen una sentada de protesta.
La jornada de este martes ha estado signada por una tensa calma, mientras partidos laicos y entidades islamistas completan los preparativos para sendas marchas el miércoles, una en rechazo y otra en apoyo al presidente Morsi. Las convocatorias hicieron que las autoridades suspendieran las actividades docentes, reportó PL.
El titular de Justicia dijo que la atmósfera se distenderá al término de la reunión que celebra el mandatario con el Consejo Superior de la magistratura ya que existen malentendidos entre las partes, remarcó.
Una de las primeras decisiones de Morsi tras asumir poderes excepcionales fue conceder inmunidad a la Choura —que equivale a la cámara alta del parlamento— y a la Asamblea Constituyente, ambas acusadas de ilegalidad por la oposición.
Asimismo decretó la celebración de nuevos juicios para los acusados de causar la muerte de manifestantes durante las protestas del año pasado, y que han sido absueltos, o recibido sanciones consideradas leves, como el ex presidente Hosni Mubarak, quien cumple una sentencia de cadena perpetua cuando se pedía su ejecución.
También este martes fueron sepultados dos adolescentes, uno partidario y otro opositor de la Hermandad Musulmana, muertos en los disturbios desatados el viernes por la decisión del mandatario de investirse de poderes excepcionales que confieren carácter irreversible a sus decisiones.
El optimismo del Ministro de Justicia es imperceptible en la Plaza Tahrir, donde cientos de opositores entraron en su tercer día de una sentada, también contra la decisión de Morsi de impugnar el proyecto de Constitución, apuntó el despacho.
«Egipto para todos los egipcios», rezaba una de las pancartas desplegada entre dos de las tiendas erigidas en una plazoleta central y otra más belicosa pedía hacer «La revolución 2».