El pueblo de Faluja, símbolo de la resistencia iraquí, celebró con consignas antiyanquis la retirada de las tropas invasoras. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:16 pm
WASHINGTON, diciembre 14.— Con un discurso en Fort Bragg, sede en Carolina del Norte de la 82 División Aerotransportada y del Comando de Operaciones Especiales, el presidente Barack Obama «cerró» oficialmente y de manera simbólica la guerra invasora a Iraq iniciada por George W. Bush, el hijo, en 2003, pero dejó bien claro que Estados Unidos conservará el papel protagónico en la región.
En Iraq permanecerán unos 16 000 empleados, contratistas de seguridad —nombre con que ahora se designa a los mercenarios—, y expertos de comercio y agricultura, bajo el mandato de la embajada norteamericana en la nación mesopotámica, y según PL, el secretario de Defensa, Leon Panetta, recordó que mantendrán unos 40 000 efectivos militares en la región del Golfo Pérsico —donde presionan a Irán para que renuncie al desarrollo de su programa nuclear con fines pacíficos.
Durante el discurso ante los soldados en Fort Bragg, Obama aseveró: «Dejamos tras nuestro un Iraq soberano, estable y autosuficiente, con un Gobierno representativo elegido por su pueblo» (…) «Es un éxito extraordinario, que llevó nueve años».
En el largo conflicto bélico iraquí de casi nueve años, el Pentágono perdió unos 4 500 soldados y otros 30 000 resultaron heridos, los costos de la guerra son elevadísimos, contribuyendo sustancialmente a la crisis económica por la que atraviesa Estados Unidos.
Además de la destrucción de la infraestructura del país mesoriental, se cifran en casi millón y medio los iraquíes muertos, un número sin confirmación oficial porque nunca ha sido interés de Washington conocer el registro de sus víctimas.
Otros daños colaterales de esta guerra, apuntados por PL, son los más de 850 000 veteranos estadounidenses que no tienen empleo, en un panorama nacional de 13 millones de parados, lo que se suma a los miles de ex soldados que han regresado a su país con estrés postraumático y lesiones cerebrales o mutilaciones severas de sus extremidades.
Por su parte, IPS señala que mientras Estados Unidos comienza a retirar sus últimos 50 000 soldados de Iraq, el primer ministro de ese país de Medio Oriente, Nouri al-Maliki, de visita en Washington, hizo la víspera el pedido de miles de millones de dólares en armas para sus incipientes Fuerzas Armadas, y recibió la promesa de una segunda entrega de 18 sofisticados aviones de combate F-16 para ayudar a reconstruir la dilapidada fuerza aérea de su país, cuyos helicópteros y misiles destruyó el mismo Estados Unidos.
El mandatario iraquí espera también que Estados Unidos prepare a sus fuerzas bajo el Programa Internacional de Educación y Entrenamiento (IMET, por sus siglas en inglés), auspiciado por Washington.
Estados Unidos, asegura IPS, «tiene una agenda oculta en armar a las fuerzas iraquíes para que constituyeran un contrapeso frente la influencia de Irán, país ahora cercano al gobierno de Al-Maliki».
Según las últimas cifras del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense, las compras totales de armas de Iraq entre 2002 y 2005 sumaron unos 8 100 millones de dólares, y entre 2005 y 2011, el Pentágono volcó unos 20 600 millones de dólares en las Fuerzas de Seguridad Iraquíes (ISFF).
Por su parte, la publicación de Washington, The Hill, reportó que en un discurso ante la Cámara de Comercio de EE.UU., el Primer Ministro iraquí dio la bienvenida con los brazos abiertos a las corporaciones estadounidenses al mismo tiempo que despedía a las tropas.
Al-Maliki manifestó: «No son ahora los generales, sino las corporaciones y los hombres de negocios los que deben estar en el frente de esta etapa».
Lionel Jonson, vicepresidente de la Cámara de Comercio para el Medio Oriente y el Norte de África, apuntó que hay oportunidades para crecer en Iraq más allá del petróleo, y algunas de las grandes industrias incluirían los cuidados médicos, la construcción y el desarrollo de puertos.
Por supuesto, el petróleo está en el primer punto de interés de los sectores de negocios pues Iraq tiene unas reservas probadas de 115 000 millones de barriles, la cuarta más grande del mundo, y actualmente produce unos 2,5 millones de barriles diarios, pero pudiera duplicarlos para el año 2016.