Tegucigalpa, 27 de julio._ La represión de las fuerzas armadas contra los seguidores de Manuel Zelaya está llevando a niveles cada vez más explosivos la crisis en Honduras, desatada por el golpe de Estado el 28 de junio pasado.
La agencia Prensa Latina informa que en medio del clima de creciente tensión política, las fuerzas populares acordaron este domingo incrementar sus acciones en defensa del restablecimiento del Estado de derecho y del presidente constitucional, Manuel Zelaya.
Media hora después de concluido la reunión, una bomba estalló en el edificio del Sindicato de Trabajadores de Bebidas y Similares (STIBYS), donde habían participado en un acto centenares de personas enardecidas.
Horas después del atentado con explosivos, una persona no identificada realizó una breve llamada a la emisora jesuita Radio Progreso para anunciar que antiguos grupos guerrilleros del país sólo esperan órdenes para actuar.
El escueto mensaje, hecho desde la ciudad de Catacamas, del departamento de Olancho, mencionó al Frente Morazaní de Liberación Nacional y el Movimiento Popular de Liberación Cinchoneros, que actuaron en el país en los años 80 del siglo pasado.
Hace dos noches, una persona que se identificó como oficial de las fuerzas armadas llamó a la emisora Radio Progreso para informar sobre la inconformidad de muchos mandos con las órdenes de reprimir al pueblo.
En tanto, Israel Salinas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores (FUTH), subrayó que la lucha continuará hasta la derrota del gobierno de facto.
Añadió que la dirección colegiada del Frente también ratificó las demandas de restitución incondicional del presidente, Manuel Zelaya, y la convocatoria a una asamblea nacional constituyente que refunda a la nación.
Salinas informó que se mantendrán la toma de carreteras e instituciones públicas, así como las manifestaciones en todo el país, a lo cual se sumará un paro cívico nacional el jueves y viernes próximo, acordado por las tres centrales sindicales del país.
«La decisión es categórica: no vamos a retroceder ni una pulgada, ni un milímetro», subrayó Salinas.
El Frente Nacional contra el golpe de Estado denunció también que en una emergencia humanitaria se encuentran miles de personas atrapadas entre retenes militares que impiden la llegada de ayuda.
Las tropas y la policía han cerrado incluso el paso a caravanas con ayuda a esas personas, equipos de la Cruz Roja nacional y a un equipo de 15 profesionales del Colegio Médico Nacional que buscan asistir a los enfermos.
Xiomara Castro, primera dama de Honduras, exigió al jefe de las fuerzas armadas, general Romeo Vázquez, que permita el paso de la ayuda y lo responsabilizó por los posibles muertos que su negativa puede causar.
Castro, quien junto a su familia se encuentra cerca de uno de esos retenes, acusó al jerarca militar de pretender matar por hambre a los seguidores de Zelaya que pretenden llegar a la frontera con Nicaragua para reunirse con Mel.
Israel Salinas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores, alertó también de la grave situación en el oriental departamento de El Paraíso, sometido -denunció- a un estado de sitio permanente.
Por el corredor carretero, demarcación que une a la capital hondureña con el puesto limítrofe con Nicaragua de Las Manos, a 197 kilómetros al este, miles de personas tratan de encontrarse con el presidente Zelaya.