BAGDAD, febrero 15.— La resistencia iraquí continúa operando contra la ocupación, pese al incremento de las acciones coercitivas y de las restricciones ciudadanas contenidas en el nuevo plan estadounidense de «seguridad» para Iraq, que lleva el nombre de operación Orden y Ley.
Este jueves, aviones caza sobrevolaron la capital iraquí, donde al menos 11 personas murieron en atentados en varias partes de la ciudad, mientras el ejército estadounidense y las fuerzas iraquíes «aceleraban el ritmo de sus operaciones en varios sectores de la ciudad», afirma AFP.
«Registros y rastreos se llevaron a cabo en múltiples sitios», precisó el ejército, que también anunció el arresto de 14 «sospechosos» en este operativo que ha establecido amplios poderes para la policía y el ejército iraquí, además de fijar el despliegue de 85 000 efectivos, de ellos 35 000 ocupantes.
El miércoles, George W. Bush dijo que «la operación para pacificar Bagdad llevará su tiempo y no se podrán descartar hechos de violencia».
Los medios de prensa notificaron también que el ejército de ocupación norteamericano sufrió seis bajas mortales en las últimas 48 horas, cuatro de ellas cuando activaron bombas sembradas en carreteras en la centrooriental provincia de Diyala, dice PL.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos confirmó un ataque con morteros contra la Zona Verde, el lugar más custodiado de Iraq y donde están las embajadas de Washington y Londres, principales factores de la ocupación y varias sedes gubernamentales.
Este nuevo asalto expone la capacidad operativa de la resistencia, cuando se realiza en esta urbe la mayúscula operación contrainsurgente, con repercusión en todo Iraq, que incluye la multiplicación de los puestos de control, la búsqueda y aniquilamiento de supuestos insurgentes y el cierre provisional de las fronteras.
Cuatro pasos fronterizos fueron clausurados, principalmente los que comunican el país con Irán y Siria, porque el ejército norteamericano aduce que así podrá cortar un supuesto flujo de armas y combatientes extranjeros al interior del país, informa Reuters.
El sitio web icasualties, basado en estadísticas del Pentágono y del Comando Central, afirma que ya suman 3 131 los soldados norteamericanos muertos y más de 23 000 los heridos por acciones de la resistencia desde marzo de 2003.