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La tropa antillana deberá mejorar unos cuantos detalles si aspira, como mínimo, a dar una buena imagen en la siguiente ronda Autor: FIVB Publicado: 30/08/2022 | 05:00 pm
Este martes fue un día agridulce para el equipo de voleibol cubano que participa el Campeonato Mundial de Eslovenia y Polonia. Sin embargo, haciendo un balance de los eventos de la jornada, la verdad es que al final primó la celebración por encima del sufrimiento.
Lo más importante del día fue que el elenco dirigido por Nicolás Vives logró, con solo cuatro puntos, clasificarse como tercero de la llave B a los octavos de final de la competición, tras una accidentada fase de grupos disputada en la Arena Stožice de Liubliana, la capital eslovena.
El avance de los antillanos, que finalizaron con récord de 1-2 en el apartado B, fue posible —en parte— gracias a la «ayuda» indirecta del plantel local, que barrió a su similar de Alemania (25-16, 25-22 y 25-17) y dejó a estos en tres puntos, cifra insuficiente para aspirar a uno de los boletos extra.
Además de ese choque, fue determinante la victoria en tie break de México ante Bulgaria (20-25, 25-20, 25-23, 23-25, 18-16), la cual provocó que ambos cerraran con par de unidades per cápita y así permitieran a Cuba asegurarse en la próxima fase independientemente de lo que suceda hoy en los otros tres grupos del torneo.
Antes de que se dieran estas favorables combinaciones, la tropa de las cuatro letras había pasado un mal rato tras caer frente a Japón en cuatro sets (18-25, 25-21, 15-25 y 19-25) y ver cómo se enmarañaban sus posibilidades de estar entre los 16 mejores de la lid.
El choque ante los nipones fue una clara demostración de las falencias del plantel antillano. Si bien tuvieron tramos de gran rendimiento, como sucedió en el segundo parcial, los muchachos mostraron nuevamente los patrones negativos que se vieron ante Brasil y Catar, y con 38 errores no forzados le facilitaron el trabajo a los asiáticos, quienes por su parte jugaron un gran encuentro.
Fueros notables, además de los problemas con el servicio, los constantes errores en el pase, aspecto este último que deberá mejorar muchísimo en el plantel nacional si es que aspiran a seguir escalando posiciones entre la élite de este deporte.
Por tercer partido consecutivo, el mejor de la Isla en ataque fue Jesús Herrera. El zurdo, atacador estelar de la banda caribeña, marcó 20 puntos, tres de ellos con su servicio y fue un incordio constante para la defensa rival.
Mientras, Robertlandy Simón hizo lo mejor que pudo desde el centro —teniendo en cuenta la cantidad de balones deficientes que le llegaron— y con 11 tantos (dos por bloqueo y un ace) fue el segundo máximo anotador de una escuadra a la cual lideró con carácter y desempeño.
Marlon Yant (7), Osniel Mergarejo (6) y Liván Osoria (5) fueron los restantes miembros del pelotón de avanzada en ofensiva, a la vez que Miguel Ángel López (3) volvió a tener una tarde aciaga que lo llevó a ser sustituido a mitad del encuentro.
Hasta ahora, en favor de los cubanos hay que decir que ya mejoraron el lugar de la edición pasada, cuando anclaron en los puestos del 17 al 20. No obstante, también es justo agregar que se les ha visto jugar por debajo de su potencial real, aun a sabiendas de la dificultad que implica enfrentarse, en muchos casos por primera vez, a un reto de esta altura.
Para la siguiente etapa, que se jugará del 3 al 6 de septiembre en Liubliana y en la urbe polaca de Gliwice, el representativo cubano se las verá con uno de los «pesos pesados» del mundial. A falta de conocer el nombre del «coco» de turno, solo queda depositar nuestra fe en ellos y esperar que, más allá del desenlace, sean capaces de dar mejor que tienen.
