José Miguel Fernández lleva dos temporadas exitosas en Corea del Sur. Autor: Tomada de su perfil de Facebook Publicado: 03/06/2020 | 07:54 pm
Con el anuncio oficial de que la dirección del béisbol en Cuba estudia la posibilidad de convocar para la selección nacional a jugadores profesionales no contratados por la Federación Cubana, los ojos de expertos y aficionados se estiran hasta los circuitos asiáticos, donde juegan varios candidatos.
Fuentes confirmaron a este redactor que aún no hay un documento final al respecto, pero sí ha avanzado el proyecto para estructurar una metodología que favorezca la integración de equipos Cuba más competitivos.
El aplazamiento del preolímpico debido al impacto de la pandemia por el nuevo coronavirus, aumenta el lapso para articular la propuesta, que de ser aprobada, podría ejecutarse en ese torneo continental que decide la suerte olímpica del béisbol cubano.
Dos argumentos sostienen el optimismo. De un lado, la voluntad expresa no solo de dirigentes de la pelota insular para promover cambios que le devuelvan a nuestro deporte nacional su competitividad en campeonatos internacionales, y de otro, la experiencia acumulada por varios deportes en convocatorias semejantes.
Mientras llegan nuevas noticias buenas, aumenta el seguimiento a peloteros cubanos que ya están en la bolsa de los aficionados. La temporada 2020 empezó por Asia con las ligas de Taipéi de China y Corea del Sur, al tiempo que Japón debe sumarse este mes, aunque apenas comenzaron los juegos de entrenamiento y ya reportan dos casos de peloteros con el virus SARS-CoV-2.
En el torneo taipeiano descuella el pitcher zurdo Ariel Miranda, quien estuvo dos campañas con los Halcones de SoftBank en la NPB japonesa (13-6 y 3.37 de PCL). Antes lanzó en Grandes Ligas, entre 2016 y 2018, con Orioles de Baltimore y Marineros de Seattle trabajó durante 223.0 innings, ganó 13 y perdió nueve juegos.
Ahora, en ocho aperturas con los Brothers en la CPBL, acumula balance de 3-3 y el mejor promedio de efectividad de la liga (2.86), único por debajo de tres hasta ayer, en 50.1 innings (único con más de medio centenar de entradas acumuladas) y WHIP de 1.09, el mejor de todos los abridores. Su tasa de K/BB es de 3,4 (51K y 15BB) y comparte el liderazgo de hombres dejados con el madero al hombro. Sin embargo, la correlación de rodados y batazos de aire es de 1.041 (51 por el suelo y 49 de línea o fly) con cinco palos de vuelta entera soportados en un torneo muy ofensivo.
En la KBO coreana, el jugador de cuadro José Miguel Fernández está quemando la liga por segundo año consecutivo con el club Doosan. Lidera el ranking de los bateadores (.456) y en la temporada anterior terminó de segundo (.344), también es el primero en hits (47), por lo que va camino a reeditar su actuación precedente cuando ligó más imparables que nadie (197). En 115 comparecencias al bate, ha remolcado 27 carreras, anotado 21, tiene nueve dobletes y cinco jonrones (el último ante su paisano Odrisamer Despaigne), estadísticas que lo ubican entre los primeros diez en cada una de ellas. Acumula ocho ponches e igual cantidad de boletos y su línea ofensiva se completa con .487 de OBP y SLU de .689.
Fernández tuvo un brevísimo paso por la Gran Carpa con la organización de los Angelinos de los Ángeles en 2018.
Con el inicio de la liga japonesa, las miradas estarán también enfocadas no solo en los fichados por la Federación Cubana, e igual sucederá cuando se diga play ball en el circuito mexicano, cuyo nivel es AAA, y donde han conseguido contratos varios cubanos para la próxima temporada, muchos de los cuales podrían vestir el uniforme de la selección nacional en los próximos años.