Yasser Quesada logró, según él, el resultado más importante de su carrera. Autor: Tomada de su perfil de Facebook Publicado: 19/09/2019 | 08:21 pm
El lunes pasado, un amigo me dijo que el ajedrecista Yasser Quesada (2572) es un jugador de perfil bajo. Le respondí que no estaba de acuerdo con su afirmación, pues precisamente por esos días el villaclareño estaba teniendo un excelente evento, que de ganarlo, daría al traste con sus palabras. Así ocurrió y de manera convincente. El trebejista de 27 años ocupó el primer lugar en el Grupo B del importante torneo Fall Chess Classic, que celebró sus dos llaves en la ciudad estadounidense de San Luis.
El hermano de Yuniesky Quesada (2615), otrora integrante de la selección nacional durante varios años, dominó con 6.5 unidades de nueve posibles una justa jugada por el sistema de todos contra todos a una vuelta y en la que concursaron diez Grandes Maestros (GM) de Ucrania, Bosnia-Herzegovina, Israel, Brasil, Estados Unidos, Canadá y Armenia, con tres exponentes.
Yasser, tercer preclasificado, consiguió cinco éxitos —tres de forma consecutiva—, tres armisticios y un revés contra el ucraniano Evgeny Shtembuliak (2548). Con ese performance el miembro del conjunto olímpico cubano a la edición de Batumi 2018 obtuvo 18 unidades y ahora su coeficiente Elo en vivo es de 2590, cifra con la que recibirá octubre y que lo pondrá, por primera vez, a diez puntos de la barrera de los 2600.
Quesada declaró a Juventud Rebelde vía digital que «es el mejor torneo que he jugado ajedrecísticamente y en cuanto a resultados, porque fue un cerrado de diez atletas, todos GM, uno de ellos con más de 2600 de Elo y otros muy cerca de esa cifra. Incluso, algunos han tenido más de 2600, como el israelí Victor Mikhalevski y el brasileño Alex Fier, por lo que el torneo se veía que iba a ser muy parejo y fuerte. En el prestigioso Saint Louis Chess Club celebran cuatro lides de este tipo al año.
«Este fue mi último torneo de esta gira. Vine con 2560, por lo que fue exitosa, tras ganar 30 puntos. Últimamente trabajo más fuerte, me siento en mi mejor forma y cada vez más cerca de pasar la barrera de los 2600. De momento lo que tengo pensado es jugar el Memorial Carlos Torre en diciembre, he participado en muchos torneos este verano y ahora toca entrenar. Mi hermano es el mayor apoyo que siempre he tenido y tengo, siempre ha sido mi motivación», concluyó.