A la joven peruana Deysi Cori (a la derecha) la impresiona la cantidad de mujeres que participan en el Capablanca. Autor: Portal Andino Publicado: 23/05/2018 | 06:40 pm
Apartada del bullicio, fuera del Salón de los Embajadores del Hotel Habana Libre, sentada en un cómodo sofá y escoltada por un enorme tablero de ajedrez, con cada una de sus piezas, está la peruana Deysi Cori (2387). Reconoce que no es muy sociable, se pasa los diez minutos de conversación con un minúsculo papel arrugado de una mano a otra, rígida y tensa frente a cada pregunta, caminando sobre el terreno hostil de una entrevista. A Cori las entrevistas no le provocan tanta gracia, más bien puede que sufra por su timidez.
Su coeficiente ELO la posiciona como la primera de su país y la cuarta en el continente, donde es una de las jugadoras más respetadas a sus 24 años, aunque a nivel mundial su nombre ha resonado en campanas doradas. Estudia primer año de Relaciones Internacionales en la Universidad Privada San Ignacio de Loyola, en Lima; por segunda vez visitó Cuba y en ambas ocasiones las razones han sido competir en el Grupo Abierto del Memorial Capablanca.
«Me gusta el torneo porque es bastante fuerte, pero lo que más me atrae es ver que hay muchas mujeres de diferentes edades que juegan, algo que no he visto en otras naciones de Latinoamérica. En mi país somos muy pocas las féminas que practicamos el ajedrez y, en Cuba es todo lo contrario; además existen numerosas tituladas. El ajedrez cubano es fuerte», declaró Cori, quien concluyó en el puesto 29 de la pasada edición, con 6.5 puntos, distribuidos en cinco triunfos, tres empates y dos reveses.
—Después de brillar en eventos mundialistas con menos de 20 años, tus metas no deben ser otras que continuar en ascenso.
—Varios de los objetivos que me propuse en las categorías de abajo los conseguí; fui tres veces campeona mundial en diferentes edades y ahora mi meta es alcanzar el título de Gran Maestra, aunque por el momento no poseo ninguna norma. Este año tengo dos torneos de gran nivel, el primero es por equipos, la Olimpiada Mundial a finales de septiembre, y el segundo es la Copa del Mundo en Rusia, en noviembre, pero actualmente no cuento con entrenador y en mi país no abundan preparadores para este nivel.
«He pensado la posibilidad de venir a Cuba, donde hay entrenadores bastante fuertes y todavía la analizo. Ahora mismo no estoy en mi mejor momento, pues comencé la universidad el pasado año y solamente participo en torneos que priorizo, por lo que me vendría bien un tiempo de preparación aquí.
«Además, tengo como propósito sobrepasar la barrera de 2500 puntos, pues rebasar los 2400 no es problema, ya que lo he logrado en otras ocasiones; también espero situarme entre las cinco mejores jugadoras del mundo y poder luchar por los primeros lugares de torneos importantes a nivel internacional».
—El ajedrez masculino peruano vive un momento muy destacado en el continente y hace dos años tuvo su mejor actuación en la Olimpiada Mundial.
—En Bakú lograron algo inédito con ese décimo lugar y mi hermano Jorge se llevó la medalla de bronce —en el segundo tablero—, resultados que fueron muy importantes para nuestro ajedrez y sirvieron para que la principal expectativa de cara a la próxima edición sea obtener una mejor ubicación. Ahora tenemos más titulados, pero lo más difícil resulta participar en torneos, por lo que la mayoría trata de viajar a España o ahora que vinieron varios a jugar el Capablanca.