Realmente, no se le puede pedir «peras al olmo». Ajena como ya es costumbre al necesario fogueo internacional, la selección cubana de fútbol sub 17 años sí merece ser alabada por el subtítulo rubricado en la ronda final del Caribe, con sede en Trinidad y Tobago, en la que intervinieron ocho equipos divididos en dos grupos.
Mientras los siete restantes colectivos toparon en reiteradas ocasiones antes y después de desarrollarse la primera ronda eliminatoria caribeña, vale citar que los alumnos del técnico Rufino Sotolongo debieron conformarse con los tres partidos que ganaron por el grupo Uno, acogido en julio pasado por Saint Kitts y Nevis.
Pero como el talento no cree en adversidades, los cubanitos saldaron ese primer pulso con cota de 19 goles a favor, ninguno en contra y fácil tránsito a la final caribeña. Y luego, en el estadio Hasely Crawford, de Puerto España, salieron airosos no solo como líderes del grupo B —con cosecha de tres éxitos, diez dianas favorables y solo dos negativas—, sino que además, abrazaron el principal trofeo: un boleto para el torneo premundial de Concacaf, que se disputará en Panamá, en abril de 2017, en el cual intervendrán ocho naciones en busca de cuatro cupos para la Copa del Mundo en la India, ese mismo año.
Ya con el pasaporte al premundial en el bolsillo, en semifinales derrotaron 1-0 a Jamaica, segunda del grupo A, con gol del ariete Brian Savigne. Pero en pos del oro ante el monarca exponente Haití, parece ser que no le llegaron balones al tridente ofensivo integrado por Savigne, Ribaldo Roldán y Yoandri Marrero. Y la pólvora, que había sido tan potente, ahora se mojó y en este octavo partido de toda la eliminatoria caribeña, por demás, el único en el que los cubanitos no pudieron marcar en la valla rival, cayeron por estrepitosa goleada de 0-5.
No obstante, el grupo mejoró el tercer lugar alcanzado hace dos años y mostraron algo que les faltaba a las escuadras cubanas: fuego y precisión ante las porterías contrarias. Vale citar que, si sumamos los ocho juegos efectuados desde el inicio de la ronda caribeña, en julio, la cota final fue de 30 dianas a favor y siete en contra. Y en ese primordial acápite, las palmas son para el santiaguero Savigne, quien consiguió ocho disparos positivos.
Cuba intervino en las copas del mundo de la categoría en Escocia 1989 e Italia 1991, siempre bajo la égida del técnico Manuel «el Zurdo» Rodríguez. Para pulverizar esa mala racha de 25 años ausentes, brindo la alerta a los federativos cubanos del fútbol: hay que buscar fogueo foráneo para los alumnos de Rufino, porque el tope contra equipos de la Isla no es suficiente.