La Cruz se convirtió en el primer cubano que gana la división de 81 kg en olimpiadas. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:36 pm
RÍO DE JANEIRO.— Reza el viejo adagio que en el deporte los títulos no se merecen, sino que se conquistan, y el cubano Julio César La Cruz (81 kilogramos) no hizo más que ratificarlo al vencer, este jueves, por 3-0 (triple 29-28) al kazajo Adilbek Niyazymbetov y conquistar su ansiada corona olímpica en el Pabellón 6 de Riocentro, de esta ciudad, escenario del certamen boxístico.
Desde aquella pálida demostración en la cita de Londres 2012, cuando era uno de los mejores representantes de la escuadra cubana y se fue sin medallas, La Cruz solo pensaba en una segunda oportunidad. Entrenó muchísimo y le sumó otros aspectos técnicos a su tradicional estilo de riposta, para convertirse en lo que es hoy: una «sombra» sobre el ring para sus rivales. Y el kazajo, a quien derrotó por tercera vez en su carrera, no fue la excepción.
Ahora, Julio lo invitó a que atacara y le cogió los fallos, para contratacarlo y sacar la ventaja necesaria en los dos primeros asaltos. Se movió veloz sobre el encerado y se quitó los golpes de encima con movimientos de torso, aunque merecidamente, los jueces le dieron el tercero a Niyazymbetov.
Así, Julio César ganó el primer oro del boxeo cubano en esta cita y se metió de lleno en la historia del pugilismo cubano. Porque nuestra Isla, pletórica de cetros olímpicos en este deporte de «dar y que no te den», nunca había obtenido uno en esta división. Por demás, también constituyó el primero para un púgil agramontino en citas bajo los cinco aros.
«Fue una gran pelea contra un medallista olímpico (Adilbek). Por la experiencia que tengo, nunca estuve presionado. En estos cuatro años, he aprendido muchas cosas técnicas con mi entrenador Raúl Fernández, y las supe aplicar ahora.
«Estoy muy contento por ser el primer camagüeyano que gana un título olímpico y el primer cubano que lo obtiene en los 81 kilogramos. A algunos no les gusta mi boxeo y yo respeto todos los criterios. Pero con mi estilo de pelea, ya he conseguido todos los títulos de la AIBA. Al próximo ciclo olímpico le entraré con mayor disciplina y espero cumplir paso a paso todo lo que me orienten mis entrenadores para seguir obteniendo buenos resultados», comentó La Cruz a la prensa que cubre los Juegos.
Esta fue una fecha perfecta para el boxeo cubano, pues el campeón olímpico Robeisy Ramírez (56) y el titular del orbe Arlen López (75), aseguraron medallas de plata.
Robeisy se lio en un combate muy cerrado contra el uzbeco Murodjon Akhmadaliev, pleito que considero uno de los mejores —si no el mejor— del presente torneo. Ninguno dio, ni pidió tregua. Pero el cienfueguero fue más preciso en su golpeo, metió bien su jab de izquierda y lo combinó con su reconocido gancho de derecha. Los jueces lo apreciaron así y le dieron voto unánime: doble 29-28 y 30-27.
Mañana, Robeisy buscará retener su cetro olímpico en duelo final contra el estadounidense Shakur Stevenson.
Entretanto, Arlen fue el único púgil que se notó sobre el ring en su duelo ante el azerí Kamran Shakhsuvarly. Lo trabajó a su antojo, mantuvo el ritmo de golpeo y siempre tuvo el control del combate. Merecido triunfo por 3-0 (triple 30-27). Por el oro, el guantanamero se medirá mañana con el uzbeco Bektemir Melikuziev.
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