Yosvani Torres fue bien respaldado para apuntarse el triunfo. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:29 pm
No sé si fueron las luces, que hace mucho tiempo no brillaban en el Victoria de Girón yumurino, o la ansiedad —al saberse favoritos— por no desentonar ante los miles de fieles que desbordaban las gradas. Lo cierto es que este sábado, en el arranque de la postemporada, los Cocodrilos matanceros fueron bipolares, víctimas y victimarios. Mejor noticia no podía esperar el alto mando del elenco vueltabajero, que en la primera noche aseguró un regreso a casa, cuando menos equilibrado.
Se esperaba un tenso pulso monticular, pues la cartelera anunciaba a quienes compartieron candidatura para el histórico juego de hace unos días frente a los Rays de Tampa Bay. Pero los obuses disparados por Yunior Paumier y William Saavedra, ambos con las bases despejadas, fueron kilométricos indicios de que Yosvani Torres y Freddy Asiel Álvarez no tendrían una noche tranquila.
Sin embargo, mientras el diestro pinareño encontraba respaldo suficiente para sortear siete capítulos, al refuerzo villaclareño le hundía una pésima defensa, que comenzó a hacer aguas cuando él mismo no pudo neutralizar un toque que, con olor a sacrificio, terminó congestionando las almohadillas.
No siempre detrás del error viene el batazo. También puede aparecer otra pifia, incluso tan garrafal como el descolocado tiro de Gracial a home, un verdadero tiro de gracia. O el disparo de Víctor Víctor Mesa, también al plato, muy potente, tanto, que Danger Guerrero ni se molestó por evitar que le sobrepasara. Tres deslices que descompensaron la pizarra hasta ponerla a coquetear con el KO. Si no se consumó fue por el notable relevo de Yaniel Blanco… y por otro tiro, esta vez de cámara, que no pudo confirmar la validez de otro fogonazo de Saavedra sobre la línea de tercera.
Habrá que esperar hoy la reacción de la novena matancera, sin duda bajo presión para no tomar la carretera sin al menos un triunfo. También en la jornada se romperán hostilidades en el José Ramón Cepero avileño, en un cruce entre los Tigres anfitriones y los Leones de Industriales, duelo entre felinos que promete grandes emociones.