La visita de Nadia Comaneci a Manrique Larduet mantuvo nervioso al estelar cubano, dijo que pensó que nunca la conocería. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:25 pm
Todos en la Escuela Nacional de Gimnasia estaban a la expectativa de la llegada de la ex gimnasta rumana Nadia Comaneci, la legendaria mujer que a sus 14 años, en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, consiguió sobre las asimétricas lo que nadie había hecho en estas citas: una nota de diez puntos, una máxima calificación.
Algunos temían que la insistente lluvia les negara el placer de conocer a la mujer perfecta, como también se le conoce. Pero ella cumplió con su promesa de conocer a Manrique Larduet, «el número dos del mundo» y la escuela donde se prepara.
«Te vi competir en Glasgow y quedé muy impresionada por tu desempeño. Fue difícil lo que hiciste. Espero estés muy orgulloso con ese resultado. Si te mantienes con buen estado de salud vas a ser una gran estrella», le dijo quien atesora nueve medallas olímpicas, de ellas cinco de oro.
La invitada especial al Grand Prix de judo de La Habana, comentó que cuando se piensa en grandes gimnastas lo primero que viene a la mente son atletas de Japón o Estados Unidos. Por eso, en Glasgow, muchas personas quedaron impresionadas con Manrique y su joven entrenador. «Tener un gimnasta como Larduet demuestra que no importa el lugar donde se nazca para convertirse en una estrella. Su éxito inspirará a muchos niños», añadió.