Frank Javier (derecha) atento a la preparación de sus discípulos. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:16 pm
Si el equipo de La Habana se ganó el derecho de luchar por el título del II Campeonato Nacional de Béisbol, categoría sub-23, se debe en gran medida a la efectividad que ha demostrado su staff de lanzadores.
Después de dominar el grupo clasificatorio A, los dirigidos por Norge Heredia sacaron pasaje para la final sometiendo en dos de los tres duelos de la semifinal al favorito y anfitrión Villa Clara.
Para cruzar hasta la instancia definitoria, sus serpentineros permitieron un promedio de tres anotaciones por partido, firmaron una lechada, poncharon a 24 rivales y regalaron nueve boletos, aunque tres de estos tuvieron carácter intencional. Además, trabajaron para un promedio de 1.69 carreras limpias y les batearon para .227 de average.
Comparados los números, los lanzadores capitalinos no fueron los más sobresalientes de este segmento, pero apuntalados por una mejoría notable en la defensa —.973 por .961 en la clasificatoria—, hicieron posible el sueño. Y uno de los máximos responsables fue Frank Javier Menéndez, otrora lanzador de los equipos de la capital en series nacionales, devenido ahora entrenador de los serpentineros más jóvenes de la provincia.
«La preparación de los muchachos ha sido intensa, con la misma planificación de los mayores, porque al menos seis de ellos deben estar dentro del equipo Industriales en la próxima Serie Nacional», explica el adiestrador.
Uno de los puntos más han trabajado ha sido la incorporación de lanzamientos al repertorio. «Es importante que vayan más allá de la recta, la curva y el slider, pero todavía les falta confianza. Puede que ahora dominen con eso, pero después necesitarán más y queremos que los vayan puliendo desde ahora», añadió.
Entre las deudas, Frank Javier considera que no han mejorado del todo el pensamiento táctico. «Todavía se equivocan mucho a la hora de elegir el lanzamiento adecuado, teniendo en cuenta el bateador y las circunstancias del partido», dice.
Sobre las claves del buen desempeño, el ex lanzador explicó que se debe fundamentalmente al trabajo para mejorar el control. Durante la fase clasificatoria, los tiradores capitalinos regalaron 85 boletos, a razón de dos por partido. El equipo que le sigue en ese departamento es Villa Clara con 116 y hubo elencos que regalaron entre 140 y 155 «pasajes gratis». «A veces se cuidan tanto de que no les conecten, que terminan dando la base por bolas, y al final eso también cuesta carreras. Es mejor que intenten dominar, que piensen, pero que también mantengan el control a pesar del riesgo de que les conecten», sentenció.
Así las cosas, en los brazos de hombres como Pedro Durán, Danny Monterrey y Brando Delgado, descansan las mejores opciones de la tropa habanera, sobre todo mirando el discreto .183 de promedio ofensivo exhibido frente a Villa Clara.
Mañana, a partir de las 2:30 p.m. en el «Changa» Mederos capitalino, comenzará el pulso por el trono con los Gallos espirituanos, y ya los Leones se atrincheran en el montículo para evitar picotazos.