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Las garras al descubierto

Con su tercera lechada en lo que va de play off, Ciego de Ávila se puso un paso por delante en la carrera por el trono del béisbol cubano. La gran tarea de los Piratas será conservar la calma y tomar por asalto el predio enemigo

Autor:

Raiko Martín

CIEGO DE ÁVILA.— Un batazo, muy largo por cierto, dictó los destinos del primer cruce de armas entre Tigres y Piratas por el título de la pelota cubana. Como se esperaba, miles repletaron el estadio José Ramón Cepero de esta ciudad, otros tantos quedaron fuera para verlos en las pantallas aledañas a la instalación, pero todos disfrutaron del triunfo avileño que hizo cumplir la mayoría de los pronósticos.

Minutos antes de lanzar la primera bola, José Luis Rodríguez Pantoja nos había comentado que confiaba en que Ulfrido García cumpliría la encomienda, e incluso anunció que, si todo salía bien, le daría al refuerzo espirituano Javier Vázquez la apertura de hoy.

Lo segundo debe suceder, pero gracias al excelente relevo protagonizado por Luis Manuel Suárez. Lo otro terminó siendo un fiasco, pues el zurdo santiaguero apenas logró sacar un out antes de abandonar la lomita con cuatro carreras sobre sus espaldas.

En los planes de Roger Machado, visto lo hecho por sus rivales para «ahogar» hace unos días a los Cocodrilos yumurinos, no estaba contemplado demorar mucho el ataque, por más que pudiera parecer polémica su decisión. Por eso, después del imparable con el que José Adolis García abrió fuego, su robo de la intermedia y el boleto a Raúl González, no se lo pensó mucho para ordenar el sacrificio.

Ver corredores cerca de home tan temprano puso presión al abridor visitante, quien extremó precauciones y terminó boleando a Ariel Borrero. En ese instante el graderío llegó a punto de ebullición, que bajó un par de grados cuando Yoelvis Fiss recibió los dos primeros strikes. Pero enorme e irreparable fue la equivocación de  Ulfrido al quedársele un lanzamiento bastante flojo en la zona más peligrosa —por las señas de Luis Abel Castro al dugout el pitcher no lanzó lo pedido—, y la pelota, conectada con suma violencia, no paró hasta sobrepasar los límites entre los jardines izquierdo y central.

Según los archivos de nuestro estadístico Benigno Daquinta, con su estacazo Fiss se ratificó como el toletero más peligroso con bases llenas en postemporada, pues ya va por cuatro vuelacercas en esas circunstancias durante las etapas definitorias.

Con mucho por andar, nadie se atrevió a pensar que todo estaba dicho, pero con Ismel Jiménez en la lomita, el juego tomó velocidad supersónica. El derecho espirituano siguió justificando con creces ser la carta más fiable del staff avileño, después de completar siete innings con un envidiable control de todo su arsenal. En el trayecto quitó y puso la bola a su antojo para caminar siete entradas completas sin sobresaltos, en las que dejó a ocho Piratas con el mosquete al hombro y solo permitió tres hits.

Igual de espectacular fue el rescate de Suárez después de encontrar el rancho ardiendo. Para tener una dimensión de su faena, vale destacar que el muchacho «mató» esa fatídica primera entrada con par de ponches, y en lo adelante, retiró por la misma vía a otros seis rivales hasta finalizar su actuación después de casi siete entradas de actuación. Pero el daño ya estaba hecho, y tanto Jesús Amador por el lado visitante, como Leorisbel Sánchez y Yunier Cano por el otro, se limitaron a mantener las cosas en su sitio.

Así, con su tercera lechada en lo que va de play off, la tropa anfitriona se puso un paso por delante en la carrera por el trono del béisbol cubano, y tal vez por eso su timonel Roger Machado anunció en la conferencia de prensa posterior que sería Alaín Sánchez, y no Yander Guevara como muchos pensaban, el encargado de abrir el duelo pactado para la tarde de hoy.

La gran tarea de los Piratas será conservar la calma y tomar por asalto el predio enemigo, pues por más que su Cristóbal Labra parezca un fortín inexpugnable, llegar a casa con par de derrotas para borrar será una misión ultradifícil. «Nos repusimos de dos nocauts frente a Matanzas y podemos igualar la serie. Ha sido una sola derrota, y aquí gana el primero que llegue a cuatro triunfos, por lo que no queda otra que salir a buscar el primero. Venimos aquí por uno, pero pensando en que se podían conseguir los dos. Todo lo que hemos logrado hasta ahora ha sido porque nos lo hemos propuesto y seguiremos esa línea. Mañana debe irnos mejor», declaró Pantoja, quien confía en que la entrega de sus pupilos pueda contrarrestar las garras que acaban de enseñar los Tigres. ¿Será?

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