Pues sí, hubo cambios en el libreto. Al final, no estará hoy en la discusión del título del Grand Prix de Río de Janeiro de bádminton el atleta con más linaje de todos los inscriptos en la cita. Y tampoco estará nuestro representante, Osleni Guerrero.
El habanero, considerado el mejor badmintonista de América y ubicado en el puesto 57 del ranking mundial, alargó hasta el quinto set su cotejo con el alemán Dieter Domke, pero no pudo rematarlo.
Es más, el teutón respiró hondo, «aceitó» la muñeca para ponerle velocidad a los movimientos de la raqueta y confirmó que él es el segundo hombre con más puntos en el escalafón del orbe en la justa carioca.
Fueron 45 minutos de un juego que parecía un cachumbambé. Primera y tercera mangas para el europeo, 11-6 y 11-9; la segunda y la cuarta para el caribeño, 11-8 y 11-5. Y la última, pues ya usted sabe, la ganó el alemán, cómodamente, 11-4.
Hasta ahí, todo se cumplía según lo previsto. Iba a ser, al parecer, un torneo en el que los dos favoritos iban a disputarse el trono. Pero nada de eso, en la otra semifinal se «enredó la pita», y el sueco Henri Hurskainen, sembrado número uno del certamen, vio cómo el irlandés Scott Evans le pasaba por encima sin conmiseración, con pizarra de 11-7, 11-10 y 11-10.